Fin a la huelga de los jardineros de Vitoria
El comité y la empresa alcanzan un acuerdo que deberá ser refrendado este martes por los trabajadores
La huelga de los jardineros de Vitoria está a un paso de llegar a su fin. Tras más de seis meses de paros y movilizaciones ... y una negociación compleja, el comité y Enviser, la empresa subcontratada por el Ayuntamiento para la gestión de las zonas verdes de la ciudad, han alcanzado una «propuesta de acuerdo». Ahora, solo falta el voto favorable de la asamblea de los trabajadores, una cuestión parece segura cuando los tres sindicatos representados (LAB, ELA y ESK) han dado su visto bueno al texto. Este martes se llevarán a cabo las votaciones.
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El noveno encuentro entre ambas partes en el Consejo de Relaciones Laborales del Gobierno vasco (Preco) ha servido para corroborar el optimismo con el que se cerró la reunión del pasado jueves y zanjar el último escollo, el salarial. Entonces se acarició el acuerdo, pero tras unas últimas llamadas infructuosas comité de empresa y Enviser se emplazaron a una nueva cita.
Ha sido una nueva negociación de larga duración, que se ha extendido a lo largo de tres horas y media. Con ambas partes tratando de limar las diferencias para alcanzar un acuerdo que finalmente ha sido refrendado por los tres sindicatos representados (ELA, LAB y ESK) y también por parte de la empresa. Y que cuenta a futuro también con el compromiso del Ayuntamiento de cara al próximo contrato, pues el actual vence al término de 2027 y se han pactado condiciones más allá de dicho ejercicio.
Con el acuerdo económico para la mejora de los salarios se pone fin a un conflicto laboral que comenzó a gestarse el pasado año, pero que saltó al foco mediático el 26 de marzo. Ese día los jardineros comenzaron una huelga para incrementar su presión y desde entonces han repetido varias movilizaciones reclamando unos «sueldos justos».
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Desde el primer momento las negociaciones resultaron complicadas. Contactos irregulares y unas diferencias en los sueldos abismales hicieron que el conflicto se recrudeciese. La labor de mediación del Ayuntamiento, todas las citas en el Preco o la intervención directa del Gobierno vasco no sirvieron para resolver el conflicto antes de que el mismo sufriese un parón durante agosto.
Tras mes y medio sin contacto, a mediados de septiembre fueron los trabajadores quienes propusieron retomar más negociaciones y la semana pasada pusieron sobre la mesa una nueva propuesta que limaba las diferencias económicas. Y el pasado jueves las dos partes entablaron una negociación seria que a punto estuvo de culminar en acuerdo en esa misma cita.
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Con el acuerdo suscrito este lunes, a expensas del voto favorable de la plantilla, se pone fin a un conflicto laboral que ha convertido a los jardines de Vitoria en protagonistas de todos los titulares por su mal estado. Llega ahora el momento de recuperar el tiempo perdido con su puesta a punto después de más de seis meses en los que sus cuidados han sido mínimos más allá de las siegas obligadas por la implantación de los servicios mínimos. Y con la certeza de que harán falta muchos meses para que las zonas verdes de Vitoria luzcan de nuevo en todo su esplendor.
Acoso e insultos
Este pacto ha sido valorado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz de forma positiva. «Es un preacuerdo que podría suponer el fin a una huelga que se ha prolongado durante demasiado tiempo, seis meses», ha manifestado la teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal. Considera el paso dado este lunes «fruto del diálogo directo entre empresa y trabajadores. Es un paso importante para la normalización del servicio y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Es una buena noticia para toda la ciudad y, también para la plantilla y la empresa, que han vivido unos meses muy duros. Y esperamos que mañana sea ratificado por los trabajadores».
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Artolazal también se ha referido al impacto que la huelga ha tenido en la ciudad y a «episodios que nunca deberían haberse producido», en referencia al acoso sufrido en la puerta de su propio domicilio, donde arrojaron panfletos en los que le tachaban de fascista. Es más, aparecía su imagen caricaturizada con un bigote de Hitler. Este hecho, y la quema de un muñeco con su rostro en las hogueras de San Juan del barrio de Judimendi, fueron denunciadas.
«Durante este tiempo, se han dado hechos ajenos a las reivindicaciones laborales, como ataques, amenazas y presiones personales hacia la alcaldesa y hacia mí misma. Los rechazo con total firmeza. Ninguna causa justifica ese tipo de comportamientos», ha indicado al tiempo que añadía que «al final prima lo que siempre dijimos; que la solución debía de llegar por el acuerdo entre la empresa y la plantilla, entre las partes legítimas».
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La teniente de alcaldesa confía en que la asamblea acepte los términos de la negociación «y demos por concluido este conflicto. Como Ayuntamiento, asumiremos los compromisos y mejoras laborales que se deriven del acuerdo y los incorporaremos en el próximo pliego, que entrará en vigor en 2028». Así, una vez finalizada la huelga, Artolazabal ha anunciado que se pondrán a trabajar para borrar las huellas de este conflicto en parques y jardines. Además, ha anunciado que empezarán a trabajar en la preparación del nuevo pliego, «que deberá garantizar la calidad del servicio y las mejoras salariales y laborales pactadas».
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