Igor Martín

Colas en la apertura de los centros comerciales de Vitoria, marcada por estrictos controles de aforo

Los alaveses vuelven alas grandes superficies sin abarrotar los pasillos y coinciden en que se sienten seguros mientras completan sus compras

Judith Romero

Lunes, 25 de mayo 2020, 11:54

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No eran las rebajas, pero el entusiasmo y la expectación eran similares. Decenas de personas hicieron cola este lunes en los exteriores del centro comercial El Boulevard y establecimientos como El Corte Inglés en el primer día de la fase 2, que trajo consigo la reapertura de estos locales. Protegidas con mascarillas, se acercaron para hacer compras concretas o simplemente contemplar la oferta dispuestas a seguir a rajatabla las nuevas medidas de seguridad.

«Quería devolver estos zapatos y cambiarlos por otra talla, y hemos venido pronto para evitar aglomeraciones», señalaba Elaia Txakartegi antes de acceder a El Boulevard. No obstante, no se produjeron acumulaciones gracias al estricto control que las superficies comerciales llevaron sobre sus aforos. Si el centro comercial situado en Zaramaga redujo su público máximo a 8.483 personas, El CorteInglés no dejó entrar a más de 1.726 de forma simultánea a su edificio y supermercados como Carrefour Gorbeia sólo permitieron entrar a hacer la compra a 1.029 clientes. Los centros comerciales se han convertido en una suerte de 'Ikea' gigante cuyos pasillos se recorren siguiendo un circuito unidireccional y, además, cada tienda ha establecido su propio límite de visitantes simultáneos.

«Creo que es más seguro comprar en un centro, donde puede controlarse el aforo en todo momento, que a pie de calle», señalaba Violeta Barbero, franquiciada de Calzedonia. Con el probador central inoperativo para respetar las distancias entre los demás, se preparaba para recibir a los clientes con ganas pero también con cierta incertidumbre. «Me siento como cuando abrí la tienda hace diez años. Hoy empezamos de nuevo», asegura. De hecho, el suyo fue uno de los negocios que prepararon promociones para dar la bienvenida de nuevo a sus clientes, aunque no todos las llevan a cabo.

Jenny Fernández, dependienta de Party Fiesta, ofrecía gel y papel a todo el que entraba a su establecimiento. «Podíamos haber puesto el límite de aforo en 11 personas pero lo hemos bajado a 8 para atenderles como es debido», explica Fernández, a quien más que la apertura del lunes le preocupa más el próximo sábado, el primero tras el confinamiento. «Entra más gente, quieren probarse los gorros y las pelucas, comprar productos a granel... Pero confío en que las medidas de seguridad hagan que tampoco se junte mucha gente», valora la joven, quien espera que pronto los clientes busquen productos para sus fiestas atrasadas y reencuentros. En otros locales como Toys R Us incluso se medía la temperatura de los compradores.

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José Lamarca y su hija Enara aprovecharon la mañana para acercarse a tiendas como Zara. «Teníamos una cita en un centro de belleza y nos la habían cancelado, así que hemos decidido venir un rato para romper la monotonía», explicaba José. Yolanda Santamaría paseaba por la planta baja del centro comercial dejando pasar su vista por todos los escaparates. «Tenía muchísimas ganas de que abriesen y lo he visto muy bien organizado. Todo es limpio e higiénico, incluso entra alguien a ocuparse del baño después de que lo uses», aplaude. Se compró una blusa para el verano y comprobó que algunas tiendas como H&M y Primark aún no estaban abiertas. «Algunas todavía están reorganizando su personal e irán incorporándose en los próximos días», apunta Amaia Castillo, gerente del centro comercial el Boulevard.

En Etxebarri Viña, la mayoría del público se concentraba en Carrefour o hacía cola para acceder al centro de jardinería, pero poco a poco otras tiendas se incorporan a su oferta. Una de ellas fue la tienda de decoración Dax Berria, que creó un circuito para los clientes sirviéndose de muebles y paragüeros. «Pedimos a la gente que no toque los productos en la medida de lo posible y, si lo hace, nos comunique cuáles para limpiarlos en mayor profundidad», afirmaba Javier Linares al otro lado de la mampara protectora. El centro comercial que permaneció más vacío fue el de Lakua, donde la mayoría de tiendas de su primera planta continuaron cerradas. Eso sí, vecinas como JessicaRodríguez se acercaron a la reapertura de NewYorker, en la segunda planta.

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Miles de clientes y miles de motivos. Naira Ruiz de Azúa e Ibai se acercaron a Toys R Us para comprar regalos de cumpleaños para sus hijos Hodei e Irai, Sara Marinescu buscó unos vaqueros nuevos en El Corte Inglés y Lali Otaduy, por su parte, un bolso que «autoregalarse» en su planta baja. «Con esta afluencia me siento tranquila», celebra.

Centros comerciales

  • El Boulevard. Abrieron sus puertas buena parte de las tiendas a excepción de algunas como H&M, PepeJeans o Primark. Otras como Media Markt han retrasado y modificado su horario de apertura.

  • Gorbeia. Tiendas como DaxBerria, Iskia, Decathlon o Aletas y patas acompañaron al Centro de jardinería Gorbeia y a Carrefour.

  • Lakua. Casi todas las tiendas permanecieron cerradas excepto New Yorker.

  • El Corte Inglés. Todos sus departamentos funcionan con normalidad. Los clientes deben aplicarse gel hidroalcohólico.

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