Las cadenas solidarias que recorren Álava

Voluntarios que se organizan en red para cuidar de sus vecinos, plátanos o café para los que están en primera línea, costureras que fabrican mascarillas o empresarios que ceden sus alojamientos para que descansen los sanitarios. La solidaridad se multiplica en Álava durante la crisis del coronavirus y la web Laguntza.eus reúne ya más de un centenar de iniciativas. Estas son algunas de ellas:

Junto con Erosle Biazteri, Panadería Mateo y Degustación Arcoiris, Nicoleta Diculescu es una de las comerciantes de Laguardia que estos días está haciendo repartos a domicilio, también en pueblos cercanos. «Entregamos sobre todo a gente mayor que nos hacen el pedido por teléfono», cuenta Nicoleta. «Estoy sola y muchos días no me da tiempo ni a comer, pero creo que es lo que tenemos que hacer. Nos lo agradecen mucho».

La cuadrilla de blusas Gasteizko Margolariak ha destinado parte de las cuotas de sus 350 socios a la adquisición de 500 kilos de plátanos con los que alimentar a los sanitarios y policías que velan por Vitoria. «Tenemos trabajadores de hospitales entre nosotros y pensamos que los plátanos son una buena alternativa ya que cada uno cuenta con su propio envoltorio», apunta Araiz Zarain, miembro de su junta. Esperan que estos pequeños aperitivos les aporten la energía que necesitan en su día a día. «No nos parece un sacrificio cuando ellos están haciendo tanto por nosotros», reconocen.

A través del teléfono, la facialista Ruth Azofra atiende cada día a sanitarios con problemas en la piel debido al uso continuado de gafas y otros elementos de protección. «Se les crean úlceras y heridas y les doy algunos consejos o rutinas a seguir para que el problema no vaya a más. Por ejemplo el uso de vaselinas o cualquier tipo de aceite corporal», explica la especialista, que al inicio de la crisis donó todos los guantes y mascarillas que tenía disponibles en su centro de belleza ubicado en el barrio de Zabalgana.

El movimiento iniciado por Naroa Madinabeitia, de la tienda Ez Dakit, no para de crecer. Ya son 120 costureras solidarias y 3.000 mascarillas entregadas, a las que hay que sumar otras 2.000 que se repartirán en los próximos días a residencias de ancianos y empresas. Las panaderías de La Vitoriana se han convertido en punto de entrega y recogida de material que han donado muchos comercios locales. La clínica dental Arca se encarga de esterilizar todas las mascarillas.

La comunidad china de Vitoria tuvo un gran gesto con el personal sanitario alavés el pasado miércoles, cuando llevó a cabo una enorme donación de material y equipos de protección para luchar contra el Covid-19. El hospital de Txagorritxu recibió 14.000 pares de guantes, 1.000 mascarillas de un solo uso, 1.000 mascarillas KN95, 700 mascarillas FFP2, 150 botes de gel desinfectante y 50 buzos. Hasta 836 ciudadanos chinos residen en territorio alavés.

En Trike Koffee Roasters echan de menos estar con el personal de los hospitales al que acompañan cuando sirven cafés con su carrito en las Consultas externas de Txagorritxu. No querían que su café recién molido se echara a perder y donaron 40 kgs de este producto gourmet a los sanitarios. «Nos pusimos en contacto con nuestros clientes habituales, los más cafeteros, para gestionar la entrega», explica Honorio García, dueño de Café Taza Salburua y este pequeño tostador que aún vende café online.

El concesionario Citroën Lascaray aún atiende reparaciones pero, con el descenso de la movilidad, sus diez coches de cortesía estaban cogiendo polvo en el garaje. Los hermanos Antón decidieron ofrecérselos a Osakidetza y otras instituciones para lo que pudieran necesitar. Los sanitarios aceptaron tres y otros tres están en uso por la Policía Local de Vitoria, que ha agradecido el gesto. «Si todos aportamos un poco salir de esta será mucho más fácil», anima Mario Antón, su gerente.

Especialistas en desarollo web y márketing, desde Caronte Web Studio asesoran de manera gratuita a autónomos y pymes que quieren manter vivos sus negocios en la red. «Queríamos echar una mano en esta situación tan complicada y lo hacemos con lo que mejor se nos da», explica Jon Rivas, quien emplea sus jornadas laborales en dinamizar las redes y las páginas web de varios negocios locales.

El alcohol isopropílico es necesario para producir los geles desinfectantes tan cotizados estos días. Urteaga Química, empresa esencial que continúa abierta en Gamarra para suministrar lejías e hipocloritos para la limpieza viaria, se lo dona a la compañía I+Med para que produzca hidrogeles. Llevan tres semanas aportándoles este material y, después, los geles se entregan a Osakidetza. «Con cada 16 litros de alcohol se consiguen 20 de hidrogel», señala Mikel Urteaga, propietario de esta empresa familiar.

Tres instituciones alavesas vinculadas a la iglesia católica -Egibide, Berakah y Cáritas- continúan sumando esfuerzos en la lucha contra la pandemia del coronavirus y sus devastadores efectos. Representantes del centro educativo empezaron a repartir este miércoles máscaras faciales protectoras que están elaborando gracias a las impresoras 3D que tienen en sus instalaciones. Así, el personal sanitario de la residencia Joaquín Goikoetxeaundia y los voluntarios que atienden a mayores y enfermos de Cáritas ya cuentan con este material para poder desarrollar su labor más protegidos. Ante la demanda de este tipo de pantallas de plástico, se siguen fabricando más unidades. Por su parte, Berakah, el programa de ayuda a personas necesitadas de las parroquias del Casco Viejo de la capital alavesa, ha habilitado un número de teléfono para asistir y detectar a personas que no pueden hacerse con alimentos más básicos y medicinas. Es el 945 31 30 50.

La Casona de Alútiz, en Samaniego, es uno de los alojamientos de la provincia que a falta de turistas acoge estos días a sanitarios de manera gratuita. «Aquí pueden descansar y no tienen que coger el coche para volver a casa con el riesgo que eso conlleva después de haber estado en contacto con grupos de riesgo», señala Eduardo Pascual Alútiz.

Una veintena de vecinos de Elciego confecciona batas de plástico para proteger a quienes día a día combaten contra el virus. La promotora de esta idea, Ainhoa del Río, consiguió los patrones gracias a su profesora de costura. «Las confeccionó con la ayuda de una amiga que es enfermera. Se los pedí porque aquí, en Rioja Alavesa, vemos cómo hacen falta equipos de protección oficial en los dos territorios, tanto en Álava como en La Rioja». El objetivo es ayudar a cualquier centro cercano que lo necesite. Por ejemplo, la residencia de Samaniego ha recibido la primera remesa de batas ya confeccionadas por todas las personas voluntarias, la mayoría mujeres.

La empresa de alquiler y venta de maquinaria Alkivent únicamente atiende urgencias estos días y trabaja en la ampliación del hospital de Txagorritxu. Por eso no dudaron en colaborar con la Cruz Roja cuando la institución les solicitó el préstamo de una apiladora y una transpaleta con la que mover toda la ayuda que reciben en su sede. «En otras ocasiones les hemos facilitado carretillas para cursos de formación, estamos encantados de colaborar con ellos para todo lo que necesiten», asegura Endika Rueda, su encargado.

40 voluntarios residentes en el valle de Zuia se han organizado para poner en marcha una cadena colaborativa. «Bajamos a por el pan, paseamos perros, llamamos a las casas para comprobar que estén bien de salud o hacemos la compra para nuestros vecinos», explica Oier Azkarraga. «La gente que no puede salir o a la que le da miedo hacerlo nos lo agradece muchísimo», agrega.

Once establecimientos de la Llanada Alavesa adscritos a la asociación Lautada Bizirik han unido sus fuerzas para evitar que sus vecinos tengan que desplazarse para llenar sus despensas. Reparten a domicilio a todo aquél que no quiera salir sin coste adicional. «Recibimos muchos encargos, antes algunos vecinos que viven en Vitoria compraban allí pero ahora confían en nosotros. Además, otros se organizan para hacer compras para varias familias», aplaude Tina Gómez de Trikua Herbolario, en Salvatierra.