Las bicicletas holandesas llegan a Vitoria
David Sáiz y Ana Castán recuperan bicis abandonadas en Holanda para darles una segunda vida. Este sábado repartían su cuarto lote en Vitoria
Amsterdam no habrá sido Green Capital, pero si en algo se parece a Vitoria es en el gusto de sus vecinos por las bicis. Ambas ... ciudades pedalean duro por la movilidad sostenible y, sin embargo, en los Países Bajos todavía nos llevan la delantera. Allí ya hay más velocípedos que habitantes. Tantos que algunos acaban hasta tirados por los canales. Tantos que se podría decir que en la Venecia del Norte tienen hasta una grúa municipal para ellos. De hecho, entre unos pocos talleres se reparten reparten este jugoso negocio que el consistorio neerlandés concede a fin de que estas unidades abandonadas sean restauradas y se les de una segunda oportunidad. Y al menos unas treinta de ellas la encontrarán en la capital alavesa. Este sábado se les hacía llegar a sus nuevos popietarios en la sociedad Kakiturri de Ali.
Estos vitorianos se suman así a la larga lista de personas que han solicitado a David Sáiz y Ana Castán su bicicleta holandesa. Ambos, enamorados del ciclismo y la movilidad urbana, quieren «llenar las ciudades de bicicletas», convencidos de que son el mejor «arma para humanizar las ciudades» . O al menos así lo apreciaron cuando la crisis de suministros provocó una escasez inaudita en las tiendas más especializadas.
Pero lejos de aturullarse, hicieron de la necesidad virtud y montaron su 'startup' para hacer llegar estas bicicletas a España. «Conseguimos localizar a uno de estos grandes almacenes. La primera vez que fui me quise traer una. Me costaba más de 200 euros y el transporte era una pasta increíble». Un coste que consiguieron abaratar por debajo de esa cifra. «Vimos que, si las traíamos en packs de 100, las podiamos vender a un precio competitivo». 30 euros de reserva y el boca a boca hace el resto.
Ya son cuatro los envíos que esta pareja ha realizado y descargado en Madrid, Burgos, Zaragoza y Sevilla hasta que este sábado el trailer de Sáiz hizo escala en la capital de Euskadi. «Teníamos muchas ganas de venir a Vitoria, pero no salía de allí un grupo suficientemente numeroso. Y eso que recuerdo que ya en el primer envío ya apareció algún vitoriano interesado», recuerda. Aun así, es optimista y augura que su proyecto tendrá mucho éxito en la capital alavesa. «Es una ciudad que está mucho más avanzada en movilidad sostenible que otras en las que hemos estado», asegura convencido.
Apuesta por la bici urbana
En ese sentido, frente al dominio imperante de la bicicleta de montaña en las ciudades españolas, Sáiz aboga por recuperar modelos más urbanos como sus 'Omafiets' -bicicleta de la abuela en flamenco-. Y es que sus velocípedos son únicos e imposibles de adquirir aquí. «Hay gente que te dice que llevaban años soñando con una bici así», confiesa. Su distintivo es su porte vertical y su manillar amplio y sin palancas. «Estas bicis tienen freno contrapedal, que es el más utilizado en el norte de Europa». Un sistema que defiende es más «preciso y seguro» en el ámbito urbano. «En el primer envío mucha gente nos preguntaba porque no estaba acostumbrada. Ahora hacemos una charla explicativa».
El otro handicap es que su proyecto, asumen, «se basa en la confianza». «Al final te tienes que fiar de dos personas que te dicen que te van a llevar una bici». Por eso, dicen, siempre tratan de ser los más «transparentes» posibles. «Colgamos todo el proceso en redes sociales y en nuestra página web (quierounabici.eu) y dejamos nuestro mail y teléfonos para cualquier duda», aclaran.
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