El Beñat Etxepare arranca la temporada para «romper con la monotonía de las clases»
Una función sobre Lorca inicia el programa teatral de Teatro Paraíso que atraerá a 20.000 alumnos vitorianos de los diferentes ciclos educativos. «Nos sirve para contar la generación del 27»
Más allá del aula, de hincar los codos y memorizar fechas. Sobre el escenario. El teatro se ha convertido en una herramienta más de aprendizaje para los centros escolares desde hace años gracias al programa Beñat Etxepare que ha corrido el telón de su 28 edición bajo el lema 'El arte nos da alas'. Ayer, diferentes clases de secundaria de los centros escolares Koldo Mitxelena, Paula Montal Escolapias y San Prudencio, llenaron el patio de butacas del teatro del Centro Cívico Iparralde para ver 'Amor Oscuro. Sonetos', una función acerca de los versos desaparecidos de García Lorcaen la que el actor Javier García Ortega daba vida a once personajes.
«Es una manera de romper con la monotonía de las clases», afirmaban al final de la obra algunos alumnos de segundo de bachillerato del instituto Koldo Mitxelena. En el montaje se recitan diferentes poemas, los llamados 'sonetos de amor oscuro', que ya en clase habían leído. El punto de partida de la función es precisamente la publicación de aquellos versos en 1983, casi 50 años después de su escritura, en una edición clandestina.
Su contexto histórico, el simbolismo o las diferentes métricas que se ligan al poeta entroncan con el temario del segundo ciclo de secundaria, tanto de Historia como de Lengua Castellana y Literatura. Sergio Tejero, profesor de Lengua en Koldo Mitxelena, resaltaba que el programa Beñat Etxepare no se reduce solo a ver la representación, sino que previamente hay una toma de contacto con la función. En su caso, ideó una actividad especial junto a sus alumnos de secundaria. «Salimos un día a primera de la mañana, a las ocho, en busca de un callejón oscuro en el que hacer una lectura dramatizada. Nos dio pie a hablar de por qué el amor podía ser oscuro, qué nos sugiere la oscuridad y cómo puede ser el amor», cuenta acerca de esa búsqueda por acercar la literatura y hacerla atractiva.
También en segundo bachillerato, en el mismo centro, trabajaron con los 'Sonetos del amor oscuro'. «Trabajamos en pequeños grupos con los poemas estudiando la métrica, la rima y qué nos sugiere que estaba sintiendo en el momento que lo escribió», contaba Maider Rodríguez, una de las alumnas de última etapa del centro. También Ainara Hernández y Lander Cruz de Luzuriaga reconocían que se trata de una forma diferente de aprender. «Como poeta lo conocíamos, pero su obra menos». Otra obra del poeta granadino, 'La Casa de Bernarda Alba', forma parte de esos títulos que podrían entrar en la prueba de selectividad. «Me ha parecido muy interesante la perspectiva con la que se cuenta cómo cinco mujeres tienen que convivir en una casa en una época muy diferente», comentaba Ainara. Por eso, más allá del llamado currículo escolar, estas actividades sirven para «entender la obra en su conjunto».
Cada año participan unos 20.000 alumnos. Incluso el año pasado, con una mayor restricción de aforo, participaron 15.619 escolares. «En el caso de secundaria se redujo el programa y solo vieron una obra. Hemos tenido un paréntesis debido a la pandemia y recuperar el programa Beñat Etxepare con esta experiencia ha sido fantástico», cuenta Pilar López, directora de Teatro Paraíso. Y es que este curso despega con tres propuestas escénicas para este grupo de alumnos. «Hablamos de poesía y de amor, algo que nos afecta a todos», resalta acerca de la primera función del programa que cuenta también con recursos, como guías didácticas, y talleres para los profesores.
Al acabar la función, un grupo de alumnos de cuarto de ESO del Paula Montal Escolapias tuvo un pequeño encuentro con el actor. «Es muy interesante el hecho de que haya interpretado a varios personajes», resaltaba una alumna. Y es que a lo largo de la obra Javier García Ortega daba vida a Neruda; al amante de Lorca, Rafael Rodríguez Rapún;o al dictador Francisco Franco. También en las últimas semanas, esos alumnos han realizado actividades en el jardín del centro. «Además con Lorca nos adelantamos a la generación del 27 que vamos a dar próximamente», comentaba la profesora Ana Cordero.
