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Los Reyes Magos llevan sus regalos al Niño Jesús. BLANCA CASTILLO

El Belén viviente más inclusivo de Vitoria está en El Pilar

La parroquia y el centro ocupacional para personas con discapacidad intelectual Puerto Rico representaron ayer su particular Nacimiento

JESÚS NICOLÁS

Sábado, 18 de diciembre 2021, 00:22

En estas fechas en las que los niños son la viva imagen del espíritu navideño, la parroquia de El Pilar acogió también una de esas ... escenas entrañables de las fiestas. Allí se representó el Belén viviente más inclusivo de Vitoria. Un total de 33 de los 49 usuarios del centro ocupacional para personas con diversidad funcional de la calle Puerto Rico se convirtieron en los protagonistas de los momentos más importantes de esta celebración religiosa anual.

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Enfundados en trajes confeccionados a mano, recrearon ante la atenta mirada de sus seres queridos desde el censo de Herodes hasta la adoración de los Reyes Magos. «Para ellos es un día muy especial», dijo orgulloso Rodolfo, uno de los monitores de este centro dependiente de Instituto Foral de Bienestar Social, que les ayuda a desarrollar sus capacidades cognitivas y sociales y a integrarse en el mundo laboral. «Es un día muy especial para ellos. Siempre están muy entusiasmados».

A finales del mes pasado, sus actividades artísticas y deportivas se vieron en parte interrumpidas por los ensayos. Y como resultado pudieron demostrar por décima vez que su ánimo sigue intacto. Clara Andrea era una de ellas. Caracterizada como una de las pastoras, su madre Claudia sonreía al verla. «Ahora que no se puede hacer casi nada y hay que llevar mucho cuidado, les hace más ilusión». Y para nada tenía afán de protagonismo. «Ella se apunta a todo. Es muy fiestera. Como si la ponen de árbol, no le importa», reía. «Lo importante es que pasen por todos los papeles», decía Conchi, del consejo pastoral de la parroquia. «Con esto pretendemos darles acogida en la parroquia y visibilidad entre los vecinos del barrio».

Así, una vez ordenados en la bancada, primero fueron desfilando frente al Palacio de Herodes, donde Diego, caracterizado como el gobernador romano, les inscribió en el censo. Los últimos en pasar fueron David (San José) y Jose Luis (la Virgen María). A continuación, ya instalados en el pesebre, nació Eduardo (el Niño Jesús). Sus 'sollozos' fueron ese toque divertido que despertó las carcajadas del público.

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Regalo sorpresa

Con gran regocijo, los pastores acudieron prestos a adorar al niño al que cantaron algunos villancicos. Fue entonces cuando Aitor, Jon y Ana Isabel (Melchor, Gaspar y Baltasar) divisaron a Garbiñe (la estrella), que les guió hasta Belén. Una vez allí, los Reyes de Oriente le entregaron al niño oro, incienso y mirra.

Y esto no acababa ahí. Como colofón, esta representación solía terminar con una chocolatada y una sesión de acordeón. La segunda sí se pudo hacer, pero la primera no. En su lugar, los monitores les adelantaron un regalo navideño: una caja de bombones. Después hubo tiempo para bailar y festejar en familia.

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