La recogida neumática llegará a más de 65.000 vitorianos al sumarse Aretxabaleta a la red
La planta del Sur, la séptima de la ciudad, así como sus buzones, se pondrán en marcha después de 7 años tras alcanzar el barrio los 1.500 residentes
Tras siete años en desuso, los buzones y la planta de recogida neumática del Sur comenzarán a funcionar dentro de poco, en los próximos meses ... . El sistema se activará una vez alcanzado el mínimo de 1.500 residentes que se necesitan para su puesta en marcha. En toda la ciudad, la red llegará a más de 65.000 vitorianos de 40.000 hogares. Los últimos en engancharse serán los de las viviendas que se levantan en Aretxabaleta-Gardélegui así como en el polígono de Esmaltaciones –zonas que continúan su expansión con la construcción de nuevas casas–. Sus vecinos podrán estrenar al fin los receptáculos cilíndricos que permanecen sellados desde hace varios cursos.
El sistema que aspira las basuras a través de tuberías subterráneas está cada vez más cerca de activarse en el Sur una vez que el Ayuntamiento ha adjudicado recientemente el contrato para la recogida y el mantenimiento. Repartido en dos bloques, el servicio se prestará por las empresas Envac Iberia y Urban Refuse Development por una cantidad de aproximadamente 4 millones de euros y con un plazo de dos años prorrogable anualmente hasta cinco. La de Aretxabaleta será la séptima planta que se pondrá en marcha en la capital alavesa, sumándose a las que funcionan desde hace años en Coronación, Ibaiondo, las dos que hay en Salburua y otras tantas en Zabalgana.
Los contenedores de recogida de aceite también se han instalado junto al centro comercial así como en Esmaltaciones
Separación de residuos
Con la central de la calle Iturritxu, la red de la capital alavesa –una de las de mayor longitud de España– sumará más de 60 kilómetros de tubos bajo el suelo. La planta del Sur, donde ya es visible el trasiego de operarios y vehículos, podrá llegar a manejar los desechos domésticos de unos 3.500 hogares. En esta parte de la ciudad, hasta ahora los buzones (uno con tapa gris para resto y otro con tapa naranja para orgánico) han convivido con los contenedores. Pero los vecinos solo han utilizado los segundos desde que llegaron a vivir a este sector, tanto para los residuos normales como para los reciclables. El cambio de sistema podría producirse hacia el final del verano, calculan fuentes municipales.
¿Qué supondrá? Primero, que los desechos deberán meterse en bolsas más pequeñas para que puedan depositarse en las bocas de los buzones –su diámetro, para bolsas de unos 10 litros, es una de las pegas para los usuarios de otros barrios–. Otra de las ventajas de la captación neumática de basuras es que, además de reducir los malos olores, también se aminorará el paso de camiones por el barrio. Claro, en los nuevos distritos los vehículos sí siguen circulando para vaciar los contenedores de reciclaje de papel y envases (azul y amarillo, respectivamente). Y ahora hay que sumar los nuevos depósitos de aceite, que también han llegado a Aretxabaleta.
90 bocas más grandes
La recogida neumática de residuos se implantó por primera vez en Vitoria en el año 2002 en el Casco Viejo como solución al ruido de los camiones de basura al pasar por sus estrechas calles, así como a la imposibilidad de instalar containers de reciclaje. Luego se extendió a los nuevos sectores. Pese a las mejoras alcanzadas, el pequeño tamaño de las bocas de los buzones, unido a la falta de civismo o de información en algunos casos, provoca que muchas bolsas se queden en el suelo, lo que acarrea un gasto de hasta 1 millón de euros al año para las arcas de la ciudad. En ese sentido, el nuevo contrato de limpieza incluye entre sus inversiones la incorporación de bocas tipo 'panera' (más grandes que las actuales) en 90 buzones de la capital, si bien no se ha especificado en qué zonas se van a sustituir.
En cuanto al funcionamiento, cuando las bolsas se introducen en el mecanismo, los residuos se aspiran mediante corrientes de aire y se arrastran a través de tuberías hasta una nave central. Allí se clasifican por fracciones y se acumulan en un contenedor hermético para su transporte a la planta de tratamiento correspondiente. Entre los problemas que surgen, reconocen expertos en la materia, es que algunos usuarios depositan desechos de todo tipo que estropean el sistema, por ello recalcan que para un funcionamiento óptimo se debe hacer un uso correcto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión