El Azkena se consolida como el evento más rentable del año para hoteles y hostelería
El festival de rock supondrá un impacto económico «de 7 u 8 millones» para Vitoria con la llegada de 48.000 personas
La marea negra ya ha tomado Vitoria y la ciudad la recibe con los brazos abiertos. Además de dejarse la voz en los conciertos y ... disfrutar del ambiente de Mendizabala, los festivaleros alegran las cajas de bares, restaurantes, comercios y hoteles de la ciudad. El Azkena «es el mejor evento del año junto al triatlón», coinciden varios agentes de esos sectores consultados por EL CORREO. Este año se esperan más de 48.000 personas, lo que supondrá «un impacto económico de 7 u 8 millones» para la capital alavesa, estima Alfonso Santiago, responsable de Last Tour. Los hoteles rozan el lleno con huéspedes que reservaron habitación hace meses, incluso desde el año pasado.
Desde Gasteiz On se suman a este optimismo generalizado, que se refuerza con la experiencia más que satisfactoria de ediciones anteriores. «Es un gran evento que repercute de manera muy positiva en el comercio, pero sobre todo en la hostelería del centro. Son tres días clave para los negocios», valora Patricia García, gerente de la mayor asociación de comercio y hostelería de la ciudad. La decisión hace unos años de llevar también conciertos a la plaza de la Virgen Blanca desde el jueves es algo que agradecen desde el sector. «El hecho de que se extienda la programación y llegue a la trama urbana es muy interesante, da mucha vida», agregan desde Gasteiz On.
Comparte esta opinión Juan Carlos Antolín, al frente del Kotarro y otros establecimientos y vicepresidente de SEA Hostelería. «Es un festival con un impacto importantísimo en la ciudad. Hay mucha gente y además se nota que consumen en cafeterías, restaurantes, bares, hoteles... en el centro y también en el recorrido hacia el recinto», explica. A su juicio, hay asistentes más austeros pero a la mayoría no le importa rascarse el bolsillo para disfrutar de nuestra gastronomía.
Maider Pérez de Heredia, del bar Koko en la calle Correría, ya está notando mayor afluencia de clientela. La buena climatología también ayuda. «Desde el jueves estamos teniendo bastante gente que por su aspecto rockero sabes que vienen al Azkena. Son catalanes, de Valladolid, algún extranjero... Y también hemos recibido bastantes reservas para este sábado», cuenta tras la barra. «Es un perfil de gente que tiene poder adquisitivo y consume», agrega. En el Erkiaga, Yosune Menéndez atiende estos días a unos cuantos repetidores que llegan desde diferentes puntos del país. «Hay un público muy fiel que viene año tras año. Son asistentes habituales al festival que también se han convertido en fieles al bar», celebra esta veterana hostelera.
Vuelven en vacaciones
Desde Aenkomer, la federación alavesa de empresarios de comercio y servicios de Álava, refuerzan la idea de la rentabilidad que supone esta cita musical más que consolidada. «El Azkena Rock es un evento muy positivo para Vitoria, mueve un ambiente familiar que no sólo acude a ver un concierto en un momento determinado sino que, durante un fin de semana largo, visita y recorre la ciudad: consume en la hostelería y también en el comercio», detalla Edurne Parro, directora gerente de Aenkomer. Además, uno de los mejores aspectos es que tiene repercusión en el futuro. «Son personas que en muchos casos visitan y vuelven a nuestra ciudad en otros periodos vacacionales. En definitiva, es un evento de gran interés para nuestra ciudad por la prospección que en sí mismo supone», añade Parro.
Entre los comercios particulares del centro hay más división de opiniones que en la hostelería ya que no todos obtienen un impacto directo. «En nuestro caso sí vemos que entran y compran prendas, estamos al lado del concierto de la Virgen Blanca y eso se nota», apuntan desde la tienda de moda Elaia. En el caso de EzDakit, sin embargo, el Azkena no les proporciona nuevas clientas. «El ambiente que se genera es genial y da muchísima vida, pero en nuestro caso en concreto no nos aporta ventas reseñables», asegura Naroa Madinabeitia.
Alojamientos llenos con reservas desde hace meses
Las expectativas se han cumplido. Un año más el Azkena ha llenado muchos hoteles y apartahoteles de Vitoria y otros rozan el completo durante uno de los mejores fines de semana al nivel del triatlón y de las fiestas de La Blanca. Respecto a las primeras ediciones del festival se nota, eso sí, que el número de alojamientos ha crecido como la espuma en la capital alavesa y que quienes nos visitan no tienen ahora grandes problemas para asegurarse una cama. Eso sí, depende de la opción por la que se decanten puede que les duela sacar la cartera ya que algunas habitaciones llegan a triplicar el precio habitual.
«Es la cita más fiel de todo el año junto al triatlón. Los huéspedes que tenemos son muy, muy previsores y en enero ya tenía reservado el 80%. Bastantes personas incluso reservan de año en año, cuando dejan la habitación ya te la piden para el próximo junio», desvela Iván Saldaña, propietario de varios alojamientos en la 'Green Capital' este fin de semana reconvertida en 'Black Capital'. Más allá de Cataluña y Madrid, las procedencias más habituales, las maletas llegan estos días desde Cáceres, Cádiz, Alicante... «y a última hora hemos colocado unas cuantas habitaciones», añade Saldaña.
El 60% en grupo
Desde el NH Canciller Ayala confirman el gran impacto cuando rozan el lleno total. «Son unos días más que positivos para nosotros, ojalá hubiera más eventos así a lo largo del año», apunta su directora, Gema Guillerna. En los apartamentos Líbere de la Avenida de Gasteiz están completos este fin de semana. «Es un evento clave. En nuestro caso el 80% es público nacional y el 60% de las personas que tenemos alojadas vienen en grupo. La mayoría reserva con mucha antelación», detalla su director de marketing, Iñigo Contreras.
En el caso de las casas rurales, en la zona de Vitoria la ocupación es del 100% desde hace semanas y también bastante alta en la Llanada alavesa.
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