Pilar Isusi fundó junto a dos compañeras el Centro de Salud Mental del Valle de Ayala. Blanca Castillo

«He tenido oportunidades que otras mujeres no han vivido, he sido una privilegiada»

Pilar Isusi fue la primera neuropsicóloga en Álava, por lo que hoy recibe un homenaje en la Casa de Cultura de su Llodio natal por ser una pionera

Ania Ibañez

Jueves, 16 de octubre 2025, 00:09

Si le preguntan a Pilar Isusi (1941) por el homenaje que va a recibir hoy en la Casa de Cultura de Llodio (13.00) dirá ... que no se lo merece. «Hay mujeres con muchas menos posibilidades que yo que han hecho más cosas», responde con humildad. «He sido una privilegiada, he tenido oportunidades que otras mujeres no han vivido». La reflexión anterior no resta méritos, sin embargo, a la que fue la primera neuropsicóloga de Álava, fundadora del Centro de Salud Mental del Valle de Ayala, entre otras contribuciones.

Publicidad

Los anteriores datos biográficos ayudan a comprender la vida de Pilar, pero quedarían incompletos si no se tiene el contexto de aquella España de posguerra en el que nació, cuando las mujeres eran empujadas a casarse y al cuidado de los hijos. Esta ilustre llodiana escapó de ese gris destino gracias a su ingenio y tesón pero también a una figura clave: su madre. «No veía el matrimonio como una solución para la vida de sus hijas», explica la que fue mayor de cuatro hermanos, tres de ellas chicas y todas estudiantes. Esa mentalidad de su progenitora explicó la dedicación de Pilar a los libros y que aprovechase la oportunidad de entrar en la Universidad de Valladolid. «Nuestra madre fue una mujer actual, una adelantada a su tiempo».

Cuando ingresó en la Facultad de Medicina en los años 60 tan solo el 20% de las estudiantes eran mujeres. «En total creo que fuimos 180 en toda la promoción; bueno, puede que fuera el número de alumnas en el primer año», duda. «En cualquier caso, éramos muy pocas». Pese a estar en minoría, la aceptación de profesores y alumnos fue «muy buena. En la facultad me sentí muy querida. Fuimos unas privilegiadas», repite, no sólo por acceder a estudios superiores, sino también por ser aceptadas sin problemas. «Hoy prácticamente la mayoría de estudiantes en las ciencias médicas son mujeres y con expedientes brillantes».

Su madre, una mujer clave

«No veía el matrimonio como una solución para sus hijas. Fue una mujer adelantada a su tiempo»

Pionera

En 1967 Isusi fue una de las primeras trabajadoras en el hospital Gregorio Marañón, entonces llamado Francisco Franco

Durante sus estudios consiguió una beca del Banco de Bilbao, en el que trabajaba su padre. «De diez becas que había yo saqué la ocho». Con esta ayuda «no le costé ni una peseta más a mi madre, ya que me costeaba todo. Los libros, las matrículas, los viajes...», rememora. «Mi padre fue muy importante para el banco, le hicieron Inspector General y le exigían mudarse a Barcelona, pero se negó». Algo que Isusi justifica diciendo que su padre era «muy llodiano», por lo que la familia sigue viviendo en la misma casa, construida en 1881 por sus bisabuelos.

Publicidad

En ella hay una vasija de decoración, un recuerdo de la graduación de la Facultad de Medicina en 1966. Después de graduarse se mudó a Madrid para especializarse en Psicología. «Cuando entré en la facultad estaba decidida a hacer Pediatría, pero... cambié». Curiosamente, Pilar recuerda que para ella fue más duro el Bachiller que Medicina. «Me resultó más difícil. Ya en la carrera me sentí más a gusto». Lo prueban los primeros sobresalientes en las asignaturas de Anatomía y Ginecología.

En Madrid comenzó a trabajar en el hospital Gregorio Marañón. «Por aquel entonces se llamaba Francisco Franco y la primera planta que se inauguró fue la de psiquiatría». Isusi, junto a otras tres profesionales, fueron las primeras mujeres médicas en el centro sanitario, otro hito en la trayectoria profesional de la neuropsicóloga.

Publicidad

Tratamiento de alcoholismo

Allí conoció a un compañero, Manzano, que se fue a Suiza a trabajar. «Me dijo: ¿Por qué no te vienes? Para mí era otra vez una muy buena oportunidad porque te daban formación y pagaban». Y a Suiza se fue «aunque hablaba poco francés». Durante seis años estuvo trabajando en el Hospital de Prangins y a la vez daba clases en la Escuela de Enfermería. «Para ir del hospital a la escuela tenía que pasar por un túnel», cuenta Isusi, «en él estaban los enfermos carcelarios y era muy curioso porque casi todos eran estrábicos».

Si volvió a Llodio fue para casarse con Sabín, su «señorito». Y como no podía parar quieta, allí fundó con otras dos mujeres el Centro de Salud Mental del Valle de Ayala, arropadas por Cáritas, donde cubrió una plaza para tratamientos de alcoholismo. «Resulta que consultaban más las familias que el alcohólico», bromea.

Publicidad

Pilar Isusi es consciente de que ahora la situación laboral de las mujeres «ha mejorado mucho. Yo tuve la oportunidad de salir adelante con facilidad y con apoyos, por lo que estoy muy agradecida, algo que no todas tuvieron».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad