Llodio proyecta un antzoki que costará seis millones de euros

Los planos firmados por el arquitecto barcelonés Javier de las Heras han redefinido el edificio que ganó el concurso de ideas en 2019 para construir una caja escénica que estará abierta al atrio inferior con una gran cristalera desde la que se podrán ver las dos plantas del edificio, con la cafetería en la inferior y un pasillo que recorrerá el 'hall' en la superior. En el exterior, el edificio tendrá una terraza transitable a la altura de la planta baja del edificio de Carlos Larrea, 1 que estará comunicado con la plaza inferior con una rampa que será la fachada visible desde las vías.

El teniente de alcalde, Ander Larrinaga, señaló que en el interior «habrá espacio para cerca de 450 butacas. De ellas, una quincena serán para personas con problemas de movilidad y medio centenar se podrán retraer para aumentar el espacio».

El edificio tendrá una envolvente de madera, el acero corten y vidrio y las obras durarán dos años. «Esperamos empezar la contratación el próximo año y que las obras empiecen a principios de 2023», avanzó Añibarro. Al mismo tiempo, se definirá el proyecto escenográfico para completar el equipamiento y se abrirá un proceso de participación ciudadana para definir la imagen de marca del nuevo antzoki.

Respecto a los locales interiores, una vez descartado el centro social que habían reclamado los vecinos del barrio de Latiorro, «se generarán locales que en principio no tienen destino. Cuando esté listo el edificio, se verá la disponibilidad» aseguró Larrinaga. Lo que es seguro es que la programación tendrá carácter público, aunque el antzoki estará abierto a eventos y presentaciones privadas.

La accesibilidad es una de las cuestiones que debe resolver el Ayuntamiento para garantizar la fluidez peatonal y rodada tanto al antzoki como al nuevo centro de salud, que también se ha proyectado en el barrio. En ese sentido, Añibarro adelantó que «estamos barajando varias ubicaciones para crear un nuevo aparcamiento en las inmediaciones», aunque no precisó las ubicaciones. También se está estudiando «cubrir las escaleras mecánicas como una opción más», aunque reconoció que a menudo, son los actos vandálicos los que impiden que funcionen con normalidad.