

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
A. Fernández
Viernes, 25 de abril 2025, 00:15
Llodio va a vivir el próximo martes algo inédito en su Ayuntamiento, gobernado por EH Bildu, y muy extraño en cualquier institución. En la sesión ... plenaria convocada para este día, Aitor Fernández de Pinedo, concejal de Acción Social, formalizará su renuncia al cargo. En su lugar entrará Carmen Altuna Azpeitia, actual coordinadora del grupo municipal, pero que no figura en la lista electoral de la coalición abertzale para los comicios municipales de mayo de 2023.
Hay que remontarse al mes de octubre pasado para entender esta situación. Estibaliz Gorostiaga y Unai Tejada, tercero y quinto, respectivamente, en la candidatura, renunciaron a sus cargos en la Corporación que preside Ainize Gastaka. «Motivos personales», se limitaron a decir para explicar su salida de la Corporación que lidera Bildu con siete representantes, frente a los seis del PNV, tres de la formación independiente Omnia y una edil socialista.
Para sustituir a Gorostiaga se produjeron cuatro renuncias. Ludi Temiño Calleja, número doce de la candidatura, entró a formar parte de la Corporación una vez que desistieron Aimar Sanjurjo, Ainhoa Garayo, Asier Amondo y Ekiñe López. El relevo de Tejada fue aún más complicado al ocupar su puesto Santiago Hernando, el último de los ocho suplentes de la candidatura. Es decir, para que Hernando pudiera ser concejal, doce potenciales aspirantes aceptaron no serlo. Cinco de ellos iban en los cinco últimos puestos de la lista. Se trata de Ibon Saratxaga, María Sánchez, Basilio García, Marisol Respaldiza y Juan Ignacio Sallén . Y los siete restantes en el apartado de suplentes: Arantza Temprano, Aitziber Duarte, Peli Ortiz de Zárate, Miren Agurtzane Iriondo, Kepa Gotzon Barañano, Coria Ali Musa y Koldo Aitor Burgoa.
El interés de Bildu por contar con Hernando -un histórico del partido soberanista- en la Corporación supuso así correr la lista hasta agotar la candidatura con la que concurrieron a las elecciones hace dos años. Por ello, al producirse ahora una tercera dimisión en el equipo de gobierno, la coalición ha recurrido al mecanismo previsto en la Ley del Régimen Electoral General. En su artículo 182 establece que si no hubiera «posibles candidatos o suplentes a nombrar, las vacantes serán cubiertas por cualquier ciudadano mayor de edad que no esté incurso en causa de inelegibilidad». La ley añade que estos sustitutos «serán designados por el partido, coalición, federación o agrupación de electores» cuyos concejales hubieran de ser reemplazados.
De esta forma, Bildu incorpora al equipo de gobierno a la coordinadora de su grupo municipal, pese a no haber sido candidata a concejal y, en consecuencia, no haber resultado elegida en los comicios. Esta circunstancia no se ha dado nunca en Llodio y es muy raro que se presente en una institución.
Al igual que en octubre, Bildu ha recurrido a la expresión «motivos personales» para explicar la marcha de Aitor Fernández de Pinedo, uno de los tres ediles de la coalición abertzale con dedicación exclusiva, lo que significa que recibe un salario por su trabajo y que, en el caso del edil saliente, asciende a 52.782 euros anuales, según acordó el pleno municipal en julio de 2023 tras la constitución del nuevo Ayuntamiento.
El equipo de gobierno no ha informado aún si el ingreso de Carmen Altuna a la Corporación supondrá una remodelación de los departamentos o si la hasta ahora coordinadora municipal del grupo de Bildu asumirá todas las funciones de su predecesor en el cargo. El Ayuntamiento que lidera Ainize Gastaka se ha limitado a decir que esta donostiarra de 32 años es psicóloga sanitaria y vecina del barrio de Areta.
La renuncia de Fernández de Pinedo y su sustitución por Altuna es la tercera crisis de gobierno que se produce en el Ayuntamiento de Llodio en los dos años escasos de esta legislatura. Tres meses antes de la dimisión de Gorostiaga y Tejada «por motivos personales» nunca explicados, los tres ediles de Omnia que cogobernaban el Consistorio con Bildu decidieron pasar a la oposición sin que su líder, Álvaro Barrios, explicase públicamente la razón. En medios municipales sí se comentaba «la tensión» entre los dos socios, un mal entendimiento que no ha impedido a Bildu aprobar los presupuestos de 202 5 con el apoyo de la agrupación independiente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.