Álava sigue en aviso amarillo por tormentas, vientos fuertes y granizo

La alerta amarilla de Euskalmet no ha fallado este sábado. A las cinco menos veinte de la tarde se han desencadenado los chubascos tormentosos «localmente» intensos y rachas de viento «fuertes o muy fuertes» de los que había avisado la agencia vasca de meteorología. En la estación de Arkaute se recogieron 12,1 litros por metro cuadrado en apenas diez minutos y unas rachas de viento que han superado los 87,8 kilómetros por hora. Una tormenta que después se ha desplazado hacia la Llanada Oriental, donde también ha descargado fuertes aguaceros con aparato eléctrico.

No serán los últimos que caigan este fin de semana sobre Álava. Y es que la Agencia ha activado una nueva alerta amarilla para este domingo por precipitaciones «intensas» que rondarían entre los 15 y los 20 litros por metro cuadrado en una hora. El aviso es calcado al de este sábado y se concreta que podrían estar acompañados de granizo y rachas «fuertes o muy fuertes» de viento.

Este sábado se echó la noche sobre Vitoria. El cielo se ha oscurecido, en un claro signo de que la tormenta ya estaba sobre la ciudad. Apenas unos minutos después se ha desatado un fuerte viento, que ha precedido a un intenso chaparrón. Muchas terrazas se han quedado desiertas y las personas que en ese momento se encontraban en la calle han buscado refugio en el interior de bares y comercios.

El conjunto de los alaveses tendrán que seguir pendientes de los satélites para observar cómo se mueve el siguiente frente que podría descargar hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora y que está afectando a todo Euskadi. Desde el eje del río Ebro hasta el Mar Cantábrico pasando por el centro de la provincia pasarán las últimas horas de la jornada con la mirada puesta en el cielo.

Unas inclemencias meteorológicas que llegan cuando algunos puntos de Álava aún no se han recuperado de las fuertes lluvias que hubo entre el pasado domingo y el martes de esta semana. En Navarrete, concejo que pertenece al municipio de Bernedo, cayó en una hora más agua que en todo el mes de junio de 2022 y sus vecinos ahora cruzan los dedos para que el temporal no se vuelva a cebar con ellos.

Este nuevo frente hará que la provincia se despida por ahora de las cálidas temperaturas de las últimas jornadas. Este sábado está previsto que el mercurio alcance los 32 o 33 grados durante la mañana, aunque también se podría registrar algún chubasco de carácter disperso. A partir de las tres de la tarde, y si finalmente se cumplen el aviso de Euskalmet que en principio se alargará hasta las nueve de la noche, las tormentas vendrían acompañadas de un desplome de las temperaturas.

De hecho, este domingo se espera que la jornada se mueva entre los 14 de mínima hasta los 26 grados y se esperan más episodios de lluvia, aunque de momento no se ha activado ninguna clase de alerta por lluvias.

Los chubascos también serán protagonistas durante los primeros jornadas de la próxima semana y, de momento, parece que el paraguas será imprescindible. Eso sí, las previsiones más arriesgadas, aquellas que se atreven a decir qué tiempo hará más allá del presente fin de semana, señalan que las temperaturas rondarán entre los 15 y los 25 grados centígrados.

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