Delito de «homicidio»
Queda en libertad la mujer acusada de homicidio al certificarse la «muerte natural» de su exmaridoLa autopsia dictamina que falleció de un paro cardiaco. La sospechosa siempre ha mantenido que su antigua pareja se «desvaneció» mientras discutían en su piso en Vitoria
Muerte natural. La autopsia al cadáver del hombre de 72 años hallado en el piso de su expareja el miércoles -aún con vida aunque falleció ... poco después- ha descartado cualquier indicio de violencia. Según ha sabido en exclusiva EL CORREO, la expareja de este varón -detenida desde el miércoles- ha quedado en libertad por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria. La mañana del jueves, en un comunicado oficial, la Ertzaintza informó de su arresto como sospechosa de «un delito de homicidio».
La sombra de la sospecha ha durado casi 48 horas. Porque poco antes de las 14.00 horas de hoy, viernes, esta mujer de 51 años ha salido por su propio pie del Palacio de Justicia de Vitoria. Desde el primer momento en que se descubrió el cuerpo hubo muchas dudas acerca de lo ocurrido en ese domicilio del barrio vitoriano de Lakuabizkarra. El examen preliminar de los forenses las ha despejado. Todo apunta a que sufrió un ataque cardiaco cuando discutía con su expareja y madre de sus tres hijos en común. El pequeño golpe que presentaba en la cabeza se lo habría producido al desplomarse.
La inspección ocular del domicilio donde ocurrieron los hechos, a cargo de ertzainas especializados venidos desde la comisaría central de Erandio (Bizkaia), tampoco arrojó nada relevante. Este registro exhaustivo tuvo lugar a primera hora de la tarde de ayer, jueves. Hay que recordar que la jornada anterior, los primeros agentes que acudieron a la casa localizaron al varón tumbado boca abajo y con el pulso muy débil. Carecía de marcas visibles, tampoco había sangre, aunque una posterior exploración más exhaustiva reveló «un golpe» en la cabeza.
Los expertos del Instituto Anatómico Forense han resuelto el enigma. Y, de paso, han apuntalado la versión esgrimida por la única sospechosa. Desde el principio ha mantenido que en plena gresca, el finado –septuagenario, con evidente sobrepeso y un historial médico abultado– sufrió un paro cardiaco. Y que la marca en la cabeza sería posterior, producto de su caída.
De esta forma, Instrucción número 1 ha dado carpetazo al asunto. 'No hay caso', ha venido a decir esta sala vitoriana
Reacogido en la casa
Con esta decisión se cierra una asunto que brotó la tarde del miércoles. Hacia 17.00 horas, una vecina del inmueble telefoneó al 112. Informó de los gritos en el domicilio de la ahora exculpada. Ese ruido era «habitual» ya que este hombre había regresado al domicilio recientemente. El entorno de la ahora investigada desliza que «ella le había dado una segunda oportunidad y le había cedido una habitación para que estuviera más cerca de los dos hijos menores que tienen en común». Hay una tercera descendiente ya adulta y emancipada. Los servicios sociales habían intervenido con la investigada por sus «problemas de alcohol».
Sin embargo, según residentes del bloque, lo ocurrido el miércoles se salió de las broncas usuales. Hablan de amenazas a viva voz y remarcan una palabra en concreto: «mátame». A continuación escucharon un fuerte golpe. Pasaron unos instantes y esta mujer salió al rellano «muy nerviosa» y comenzó a aporrear las puertas contiguas. Como nadie le abrió se dirigió a la planta superior. Allí, dos vecinas le ayudaron. Una telefoneó al 112 y otra bajó con ella. Pudo ver al exmarido tumbado en el descansillo. Inerte.
La investigada quiso denunciar a su ex por agredirle, pero carecía de heridas o marcas
Los primeros patrulleros en presentarse le encontraron inconsciente, con el pulso muy débil. Intentaron reanimarle hasta la llegada de una ambulancia. El esfuerzo de los sanitarios tampoco dio sus frutos y fue evacuado de urgencia a Txagorritxu, que se sitúa a unos 300 metros de distancia. Al poco falleció en una cama de la UCI.
El parte médico inicial hablaba de «muerte por parada cardiorrespiratoria», según fuentes internas de Osakidetza. Se trata de un formalismo ya que también se le apreció al cadáver un posible traumatismo craneal. La duda era si causado por un golpe o producto de una caída. La autopsia lo ha aclarado.
De manera paralela, una patrulla trasladó a la comisaría de Portal de Foronda a la mujer. Su primera reacción fue interponer una denuncia contra su antiguo compañero por «violencia de género». Ella habló de un ataque físico en la mano, pero no presentaba ninguna marca. Refirió que en medio de la bronca, su antigua pareja y padre de sus hijos se desplomó. El 9 de agosto había cumplido 72 años.
Cuando los investigadores le informaron de que pasaba de testigo a investigada, sufrió un shock. Acabó en el hospital. Tras pasar la noche en observación, ayer jueves le trasladaron a una celda de comisaría. Esta mañana de viernes ha sido trasladada al Palacio de Justicia. Pocas horas después, le han comunicado su puesta en libertad por la ausencia de evidencias incriminatorias.
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