El BEI arranca el 1 de marzo con la mitad de buses de su flota

Eso significa que tanto los vehículos y los usuarios se comportarán como si el sistema estuviera implantado en su totalidad. Es decir, los viajeros de la línea 2 (Periférica) tendrán que comprar los billetes o validar la BAT antes de acceder al bus, y subirse o bajarse por cualquiera de sus puertas. Los viajeros del resto de líneas deberán seguir comprando los billetes al subir al autobús, aunque lo hagan desde una marquesina compartida con el BEI. Para comprar el pasaje con tarjeta de crédito habrá que esperar a las «próximas semanas». Los autobuses, mientras tanto, se beneficiarán de la prioridad (semafórica y sobre los peatones) y de la mejora de los tiempos del recorrido, como ya hacen ahora al pasar de 50 minutos a 38 para dar la vuelta completa al trazado de la línea 2.

Los autobuses pasarán cada ocho minutos, con el objetivo de mejorar la frecuencia a siete en los próximos meses. Para ello, Tuvisa deberá ajustar algunas cuestiones como el tiempo de carga y descarga de viajeros y otros detalles técnicos. También influirá la incorporaciones de los nuevos autobuses a la flota. En los próximos días se incorporará a las pruebas un séptimo vehículo, y el resto lo hará de forma gradual hasta alcanzar las trece unidades que completan el servicio.

El servicio retirará poco a poco los urbanos actuales hasta que entre en funcionamiento el servicio completo, previsto para junio. Para verano, mientras tanto, se espera que esté lista la unidad de carga lenta, en el mismo emplazamiento que las futuras cocheras. Hasta entonces, los vehículos se cargarán en las actuales instalaciones de Tuvisa (en Aguirrelanda) y otras instalaciones municipales. «El BEI va a suponer un salto cualitativo muy importante en el transporte público y en la movilidad urbana», ha resaltado el alcalde, Gorka Urtaran.