Aramaio muestra su rechazo al parque eólico en una tensa reunión con los promotores

Una treintena de personas recibieron con una concentración de protesta a los directivos de Statkraft en el exterior de la Casa de Cultura, donde se había convocado la reunión, con pancartas en contra del proyecto eólico con lemas como «Berriztagarriak bai, horrela ez. Mendiak ez daude salgai/ Renovables sí, pero así no. Las montañas no están en venta». Disfrazados como la muerte, con una estela funeraria con el nombre del municipio y con un molino eólico en lugar de una guadaña (con el logotipo del PNV en una de sus aspas), los vecinos de Aramaio contrarios al parque eólico quisieron escenificar su rechazo absoluto al plan que pretende instalar siete gigantescos aerogeneradores de 201 metros en su pueblo (y uno en la vecina Ekoriatza) que formarían el parque Itsaraz.

Tal y como recordó la propia alcaldesa Lierni Altuna (EH Bildu), fue el propio Ayuntamiento el que convocó el encuentro con al empresa noruega. «Les hemos pedido que nos contaran sus intenciones de primera mano, creemos que es un tema urgente y tenemos que tener toda la información posible para poder debatirlo», incidió la regidora antes de dar paso a una reunión a la que también asistieron dirigentes de EH Bildu.

Al contrario que ha ocurrido con otros proyectos de parques eólicos en la provincia como el de Labraza o el de Azáceta, la coalición abertzale ha mostrado una posición diferente ante el plan de la noruega Statkraft para Aramaio, al que ha llegado a definir como «una fórmula interesante». Sin embargo, la postura de los vecinos del pueblo parece estar bastante alejada de esa, a priori, buena disposición que dejan entrever los soberanistas.

«Hemos venido a dar toda la información de forma transparente, no ha sido fácil estar aquí», reconoció Alberto Gil, director de desarrollos eólicos de la división española de Statkraft, que pidió «respeto mutuo» antes de pasar a desgranar los detalles del proyecto. Su ruego fue en balde. Durante la exposición de los directivos de la firma de energías renovables fueron continuas las interrupciones y los abucheos. El clima de tensión fue más que evidente. «Mentirosos», «esto no es información, es propaganda», «proyecto chapucero» y «cuento chino» fueron algunas de las descalificaciones que se pudieron escuchar durante la hora y media larga de reunión.

«El proyecto es muy incipiente, todavía estamos en una fase inicial, de diagnóstico», quisieron aclarar los promotores sobre un proyecto que, con una inversión de 60 millones, contempla la instalación de un parque capaz de producir 60,4 megavatios (157,3 gigavatios anuales, suficientes –prometieron– para , mediante molinos de 172 metros de rotor y una altura de 201 metros. «No vamos a negar que este proyecto tiene impacto tiene visual», reconocieron los directivos de la noruega, «pero no hacer nada, quedarse de brazos cruzados ante la necesidad energética que tenemos también tiene su impacto», apostillaron.