Ángel Celada reúne en un disco «12 temas donde quería estar»
El álbum 'TOC', que publicará el sello Rock Izar, cuenta con los músicos Koldo Uriarte, Carla Sevilla, David Soler e Iñigo Goldaracena
Todo perfeccionista, casi más si es artista, tiene algo de empecinado. Y también trazas de un trastorno obsesivo compulsivo. Así lo reconoce el músico vitoriano Ángel Celada, que ha elegido el título 'TOC' para su nuevo disco. Pero es que, además, «tiene algo de onomatopeya de percusión. Y, como me recordaba Quimi Portet –con quien colabora habitualmente–, es 'toque' en catalán, lo que también enlaza con la tierra que me ha acogido», señala el reconocido baterista.
Pero también es verdad que quien ha puesto los tempos a giras o grabaciones de El Último de la Fila, Mecano, Revólver o la Orquesta Mondragón se confiesa emocionado cada vez que regresa al País Vasco o a su querida Vitoria. En este caso, casi con más razón, ya que ha cerrado la edición del álbum con el sello Rock Izar de Durango y ha aprovechado la visita para rodar un videoclip y compartir sus conocimientos en un clinic.
Con este marco de ritmo ternario, Celada desgrana detalles del proyecto y de estas intensas jornadas. Por una parte, el disco se registró y mezcló en los estudios Elkar. «Lo grabamos hace ya diez años, con mucho rigor y cariño. Pero una serie de problemas, y también mi actividad, habían impedido sacarlo a la luz», algo en lo que sin duda también habrá influido el tiempo de la inmisericorde pandemia.
Como la discográfica vasca había mostrado interés por la publicación, Ángel Celada va a poder sacarse esa espina. Más aún cuando aportaron sus capacidades «buenos músicos, como Carla Sevilla a las voces, Koldo Uriarte con el piano y teclados, David Soler a la guitarra e Iñigo Goldaracena al bajo».
«Son canciones que me emocionaban en viajes o en casa, conviví con ellas hasta poder interpretar cada una con su entidad»
Y, pese a no firmar como autor ninguno de los «12 temas donde quería estar», Celada está presente en toque y personalidad en todos y cada uno de ellos. «Son canciones que me emocionaban en viajes o en casa, conviví con ellas hasta poder interpretar cada una con su entidad», describe el músico y añade modesto que «son canciones soberbias de grandes autores, mucho mejores compositores que yo».
Claro que él ha buscado lo importante que, aparte de la calidad musical y sonora que se suponen, es transmitir desde uno mismo. Y así lo hace también cuando recibe a los participantes en uno de sus clinics. «La parte técnica no es lo primordial, estoy en un punto en que casi lo paso por encima –además hoy hay mucha información– frente a la parte más espiritual o filosófica», un tanto en la línea del recién desaparecido genio Wayne Shorter. Pero no en el ámbito del jazz, sino con canciones «de rock, pop y soul».
Una de ellas, «un tempo medio potente, con elementos de rock y psicodelia», es la elegida para el videoclip filmado por el vitoriano Raúl Gutiérrez Quirce. Pero todo a su ritmo.
