Los cazadores de Álava capturan cerca de 3.000 jabalíes al año. E. C.

Álava extrema su vigilancia ante la peste porcina con más analíticas a los jabalíes muertos

La Diputación se reúne con el sector porcino y cinegético para reforzar las medidas de seguridad y «no bajar la guardia» ante la enfermedad

Sábado, 6 de diciembre 2025, 00:23

Los ganaderos porcinos de Álava no respiran estos días tranquilos, pese a que los casos de la peste porcina africana aún no han llegado al ... territorio y los únicos positivos se han dado en trece ejemplares de jabalíes salvajes en Cataluña. Con todo, las catorce explotaciones ganaderas del territorio temen que este virus mortal dé el salto a sus granjas con 14.000 cerdos, así que con la intención de «analizar la situación y coordinar medidas preventivas», la diputada de Agricultura, Noemí Aguirre, se reunió este viernes con el sector porcino, el cinegético y las principales entidades sectoriales, como UAGA.

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Según pudo saber este periódico, la diputada les trasladó que, aunque en el territorio no haya casos, «no hay que bajar la guardia, si no todo lo contrario». Por ello, acordó con los presentes extremar la vigilancia, tanto desde el equipo técnico de la administración foral, como desde la parte de los ganaderos.

Entre las líneas de actuación que se consensuaron, quizás la más relevante tiene que ver con el aumento de analíticas a los jabalíes que los cazadores de Álava capturan y que en la actualidad rondan los 3.000 al año. Son procedimientos veterinarios que «ya se vienen realizando», pero que en este contexto de alerta se pretende que contribuyan a actuar con más celeridad en caso de que aparezca algún caso a través de estos ejemplares, tal y como ha sucedido en el entorno de Cerdanyola del Vallès, que rodea buena parte del área metropolitana de Barcelona.

Investigación sobre el origen

Por otra parte, durante la reunión, Aguirre instó a las granjas a «reforzar las medidas de bioseguridad que nuestras explotaciones ya aplican», lo que junto al Servicio de Ganadería y la Sección de Caza y Pesca acordaron en denominar como «vigilancia activa». Se refirieron, entre otras cuestiones, a limitar el acceso, desinfectar vehículos, calzado, ropa y herramientas.

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Estas precauciones urgen porque «si bien la peste porcina no tiene efectos sobre la salud humana, sí puede causar un impacto económico y sanitario muy importante sobre el sector porcino», apuntó Aguirre. «De hecho, el precio de la carne ya ha comenzado a resentirse y se están planteando medidas específicas en algunas explotaciones profesionales catalanas», donde hay alrededor de 5.000 granjas de porcino, agregó ayer la responsable foral de Agricultura.

Asimismo, todas las partes coincidieron en la «necesidad de mantener una coordinación estrecha y una vigilancia reforzada para proteger al sector porcino local y anticiparse a cualquier riesgo». En este sentido, el diputado general de Álava, Ramiro González, ya pidió hace escasos días la colaboración de los cazadores del territorio porque son «los primeros que pueden detectar animales muertos» y, si se dan cuenta, «que comuniquen cualquier caso», pidió.

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Respecto a los motivos de la entrada del la enfermedad en la península tras treinta años erradicada, el Ministerio de Agricultura anunció ayer que ha abierto una investigación para tratar de esclarecer si el virus de la peste porcina que afecta a Cataluña pudo salir de un laboratorio. La explicación que el lunes dio la Generalitat sobre el origen del brote apuntaba a un bocadillo con embutido en mal estado que algún jabalí habría ingerido.

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