Álava declara oficialmente la plaga de procesionaria

La especie ocupa ya casi 1.900 hectáreas en Aiaraldea y su extensión ha movido a Agricultura  a optar por combatirla con medios aéreos

Domingo, 17 de agosto 2025, 08:46

Álava declara la guerra a la procesionaria. La oruga que anida en pinos ha ganado espacio en la parte más occidental del territorio y, según ... los estudios del Servicio de Montes de la Diputación, ha conquistado 1.866,73 hectáreas de coníferas. De ellas, prácticamente la mitad se ubican en Artziniega, con 886 plagadas ya de este gusano. También se ha detectado su presencia en Llodio, Amurrio, Ayala y Okondo.

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La Diputación etiqueta la superficie atacada en una escala de gravedad que va del 0 al 5. No hay masa forestal en el mayor nivel de infección, pero en el 4 sí se encuentran casos tanto en Artiziniega como en Ayala. Ante esta situación, el Departamento foral de Agricultura ha declarado la plaga de procesionaria en todos estos puntos, extensible a los municipios del territorio donde se detecte su presencia.

Para combatir a esta plaga, Agricultura ha optado por aplicar los tratamientos sanitarios desde el aire. «Considerando que los fitosanitarios contra la plaga desde tierra son inviables, tanto por la falta de la necesaria infraestructura viaria y las dificultades orográficas de nuestros montes, como por no poderse lograr la adecuada cobertura al arbolado, la ejecución se debe hacer por medios aéreos», sentencia la orden foral que declara esta plaga.

Mala para bosques y animales

La lucha contra la procesionaria, además, ha sido declarada de «utilidad pública». Estas orugas forman filas largas como procesiones –de ahí el nombre de procesionaria– y tienen una especie de pelos que pueden causar alergias fuertes en personas y animales, con sintomas como irritación en la piel, ojos o vías respiratorias. Los pelos son especialmente peligrosos para animales como los perros, donde el riesgo puede ser mortal. En caso de entrar en contacto con uno de los dardos' de la oruga es importante quitarla en caso de que sea visible, no rascarse y lavarse con agua fría para tratar de retirar los pelos de la procesionaria. Si se produce una reacción alérgica importante, hay que ir al médico para recibir el tratamiento correcto.

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La procesionaria, además, se come las hojas de los pinos y les complica la fotosíntesis, lo que debilita a los árboles y puede incluso matarlos. Para aplicar los fitosanitarios contra el gusano, la Diputación alavesa priorizará las zonas de mayor afección en sus tratamientos.

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