Álava se aficiona a las vías verdes tras el confinamiento
Se multiplican los caminantes y ciclistas en las principales rutas naturales. Los usuarios en la pasarela de Olaranbe han aumentado un 60%
El confinamiento hizo que muchos alaveses se marcasen como objetivo abandonar la vida sedentaria, sacar el chándal del fondo del armario y ponerse a ... hacer deporte. Algunos olvidaron aquellas semanas de clausura y renunciaron a las primeras de cambio, pero muchos otros parece que le han cogido gusto a sudar calorías. Es complicado calcular cuál ha sido la tasa de éxito y más aún cuando el Covid-19 todavía limita algunas actividades físicas. Tal vez uno de los marcadores más fiables sea la evolución de ciclistas y peatones en las vías verdes del territorio histórico.
Según datos a los que ha tenido acceso EL CORREO, algunas de estas rutas se han consolidado en los últimos meses como una alternativa de ocio sostenible y saludable. Se lleva la palma la antigua vía del Vasco-Navarro, donde se observó en la fase de desescalada a multitud de vitorianos que se anudaron las deportivas o hincharon las ruedas de sus bicicletas para mover el cuerpo. La pasarela de Olaranbe aumentó un 60% el número de visitantes hasta alcanzar los 44.373 usuarios entre los meses de junio, julio y agosto. Pero si se quiere observar su verdadero éxito hay que centrar el foco en mayo, cuando se daban los primeros pasos hacia el desconfinamiento y atravesaron el puente 25.348 senderistas y bicicleteros, que si se compara con el mismo mes de 2019 se observa un sorprendente avance, ya que entonces hubo sólo 9.450.
Las siguientes semanas pareció que la 'fiebre por el deporte' había contagiado a todo el mundo y en el paso del Vasco-Navarro por Gamarra hubo 38.204 personas frente a las 14.332 de 2019. Pero el interés no sólo se percibió en la capital, ya que en el paso de Fresnedo (en Santa Cruz de Campezo) se registró un incremento de casi un 17% de excursionistas.
«El aumento de ciclistas y peatones confirman a las vías verdes de Álava como una alternativa de ocio sostenible y saludable. Esta pandemia ha permitido a muchos alaveses redescubrir los espacios naturales del territorio, y ser más conscientes del privilegio que supone vivir en este territorio», sostiene el diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera.
Hasta Dortmund
Precisamente, este verano ha aumentado la oferta de vías verdes. En agosto se abrió al público la nueva Senda de Delika, que tiene cinco kilómetros y cuenta con el Salto del Nervión como 'telón de fondo'. En los últimos años también se ha apostado por la unión del Camino Real de Postas con el Anillo Verde, la habilitación de la Ruta de los Robles centenarios de Galarreta y Zalduondo, la conexión 'green' con Júndiz y Crispijana, y la ampliación del parque lineal del Nervión en Amurrio y Llodio.
De esta manera, el territorio cuenta con 24 rutas verdes que suman 1.236 kilómetros de longitud. Esto supondría el equivalente a ir andando -en línea recta- desde la plaza de la Virgen Blanca hasta el Westfalenstadion de Dortmund, donde el Deportivo Alavés perdió aquella histórica final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool.
A la espera de si el 'boom' de los caminantes y ciclistas continúe o es una mera moda pasajera, este último fin de semana se seguía percibiendo un importante tráfico en algunas vías verdes. «La Ruta del Agua ya parece la calle Dato», afirmaba Artur en la terraza del bar Julia de Zambrana.
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