«Agricultores y ganaderos hacen un gran trabajo de prevención»
El diputado foral del ramo reconoce la «mayor concienciación que hay» para prevenir el fuego. «Los incendios de verano se empiezan a apagar en invierno», dice
Combatir los incendios forestales, desde los trabajos de planificación y prevención hasta la extinción, no es misión «únicamente» de los 200 bomberos de la Diputación, ... el medio centenar de guardas forestales y técnicos de los servicios forales de Montes y Medio Ambiente o el personal externo de contratas o que presta su ayuda en Álava procedente de otros parques. «Todo el mundo ha de concienciarse de la importancia de cuidar, en este caso, nuestro entorno natural. Y creo que se está avanzando mucho en este sentido», asegura el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco.
Recurre al dicho popular de que «los incendios de verano se empiezan a apagar en invierno» para destacar la labor que hacen los agricultores y ganadores, «cuyo trabajo de prevención es muy meritorio». Aguinaco, en cuyo departamento también se engloba el servicio de Montes, incide en el ganado de pastoreo «al que podemos llamar 'ganado bombero' porque mantiene libre o reduce de manera decisiva la masa combustible que puede esconderse debajo de la masa arbórea y que si no se elimina puede acelerar de manera preocupante un incendio».
Se refiere a las ovejas, principalmente, pero también a las cabras y las vacas que pastan en las faldas de la sierra de Cantabria, en Rioja Alavesa. Su presencia en el monte permite «en muchas ocasiones limpiar zonas que luego, en verano, pueden resultar conflictivas». Con lo que «complementan» el trabajo de los tractores y desbrozadoras de la Diputación y de otra maquinaria pesada como pueden ser los 'bulldozers' o las excavadoras.
Las cosechadoras «no solo llevan extintores sino también mochilas de agua y batefuegos», destaca
Recogida del cereal
En el caso de los agricultores, «lo hemos visto hace escasas fechas con la campaña de la cosecha de cereal, que recogen la paja de una manera cada vez más ordenada y rápida con lo que también se previenen posibles fuegos forestales».
Además, Aguinaco reconoce que «ya empiezan a incorporar no solo extintores sino también pequeñas mochilas de quince o veinte litros de agua -a modo de sulfatadoras- para tener una respuesta rápida, así como batefuegos». Se trata de una herramienta parecida a un remo con un mango metálico y una superficie de caucho que sirve para apagar un fuego por sofocación, mediante el desplazamiento de aire.
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