68.000 pisos necesitan ser rehabilitados en Euskadi por falta de accesibilidad
Precisan una reforma «a corto o medio plazo» al no estar bien adaptados a personas con problemas de movilidad
Uno de los programas del Departamento vasco de Vivienda que más engordado verá su presupuesto en 2025 será el de la rehabilitación. El 40% del ... gasto imputable, unos 160 millones de euros, del anteproyecto de Presupuestos, que previsiblemente será aprobado en diciembre al contar con el visto bueno de los partidos que sostienen el Gobierno vasco (PNV y PSE), está precisamente reservado a impulsar estas políticas. Sólo las ayudas para la puesta en marcha de reformas en edificios residenciales cuentan con una partida de 41, 2 millones de euros, un 17% más que lo acordado para este año.
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Destinar un buen paquete de recursos públicos para rehabilitar viviendas tiene un objetivo claro: garantizar la accesibilidad universal y mejorar la eficiencia energética de uno de los parques más envejecidos del sur de Europa, además de promover la segregación de grandes pisos. Con esta última acción lo que se pretende es aprovechar aquellos inmuebles que tienen muchos metros cuadrados y dividirlos en varios para sacar al mercado nuevos domicilios sin la necesidad de tener que construir.
En cualquier caso, uno de las pesadillas a los que se enfrentan a diario cientos de inquilinos que residen en edificios antiguos es la falta de accesibilidad de sus viviendas. La edad media de los inmuebles en Euskadi se sitúa en los 48 años, según datos de Eustat, con cerca de 90.000 edificios construidos antes de 1960. En cuanto a las capitales vascas, Bilbao es la que tiene el parque más envejecido al superar los 56 años. Le sigue San Sebastián con una media de 54 y por último Vitoria, cuyas residencias apenas superan los 39 años de antigüedad gracias a la juventud de los edificios de barrios populosos como Salburua, Zabalgana y Goikolarra. Pero en los denonimados distritos 'de oro', las casas superan el medio siglo.
Es precisamente en zonas como el Casco Viejo, Abetxuko, Adurza, Coronación, Ariznabarra, Arana o Zaramaga donde la necesidad de rehabilitación es acuciante, sobre todo para intentar mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren problemas de movilidad y que no pueden permitirse comprarse otra vivienda que se adapte a sus necesidades. El colectivo de personas mayores es en este sentido el más vulnerable.
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La antigüedad media en los 'barrios de oro' como Casco Viejo, Abetxuko o Adurza supera los 50 años
No cabe una silla de ruedas
Así las cosas, la consejería liderada por Denis Itxaso reconoce en su proyecto de Presupuestos que el 8,2% de los hogares de Euskadi requieren de una reforma a «corto y medio plazo» por falta de accesibilidad o ineficiencia energética. Esto significa que de los 919.93 hogares que había el último año en el País Vasco, 75.690 necesitan ser reformados con cierta celeridad. Y de ellos, 68.058 es por problemas de accesibilidad en su interior. Hablamos de dormitorios tan estrechos que impiden la movilidad con una silla de ruedas, bañeras en vez de duchas, cocinas con encimeras demasiado altas... Limitaciones que convierten viviendas en auténticas jaulas.
Garantizar que los ciudadanos residan en viviendas funcionales es un reto mayúsculo. Más aún en una sociedad en la que el 24% de los vascos tienen 65 años o más y donde uno de cada tres vecinos se encuentra en una situación de «limitación o dependencia». Precisamente la asociación coordinadora de personas con discapacidad física de Euskadi, Elkartean, reivindican con motivo al Día Internacional de Personas con Discapacidad que se celebra mañana la «garantía efectiva del derecho de disfrutar de una vivienda digna, adecuada y accesible». «El contexto social, económico y urbanístico actual sigue generando situaciones de discriminación hacia las personas con discapacidad en el acceso a la vivienda debido a factores como la grave insuficiencia de viviendas adaptadas para personas con movilidad reducida». Piden incrementar el número de pisos sociales adaptados, pero también asegurar que los hogares se ajusten a las necesidades de cada inquilino y flexibilizar los requisitos para recibir una ayuda para rehabilitación.
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La entidad Elkartean pide a las instituciones pisos adaptados para cada una de las necesidades
Más ascensores
A las barreras interiores, distintas en cada uno de los inmuebles, cabe añadir que todavía existe un buen número de edificios que no tienen un ascensor instalado, algo que dificulta aún más la movilidad de personas mayores y con algún tipo de discapacidad.
El informe del Gobierno vasco estima que la mitad de los hogares con necesidad de reforma -unos 38.000- tienen «serios problemas de accesibilidad» vinculados a «elementos comunes o externos del edificio donde habitan». Es decir, no tienen los portales adaptados, no disponen de elevador o sólo tienen escaleras en vez de rampas para salir de sus urbanizaciones. En Vitoria la cifra de pisos sin ascenstor se ha reducido a la mitad en cinco años, pero aún sufren este problema 8.522 hogares en 1.236 edificaciones, según los últimos datos publicados por la sociedad pública de la rehabilitación Ensanche 21. Aunque hay que tener en cuenta que estos registros sólo contabilizan aquellas construcciones que por su altura o tipología están obligadas a poner este sistema.
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El objetivo de Vivienda es elevar la tasa de edificios que son rehabilitados anualmente en Euskadi pasando del 2,5% al 3% para 2030.
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