Aena comunica a Air Nostrum que no puede atender los vuelos de verano
Foronda está a punto de perder los enlaces a Palma de Mallorca y Mahón de julio y agosto, con lo que se quedaría sin ninguna operativa
PPLL
Viernes, 1 de julio 2016, 00:37
El hilo sobre el que penden las operaciones de verano desde Foronda a propósito de la huelga indefinida es muy fino y lo peor de todo es que está a punto de romperse. Aena, la sociedad que gestiona los aeropuertos españoles, ha comunicado a la compañía Air Nostrum, encargada de fletar toda la programación veraniega, que no garantiza que los vuelos previstos en julio y agosto vayan a salir con normalidad desde la terminal vitoriana. El plan, avalado por VIA, la sociedad que promociona Foronda, contempla vuelos todos los domingos desde el 3 de julio hasta el 31 de agosto a Palma de Mallorca y Mahón.
¿La razón? Inspección de Trabajo ha prohibido a la sociedad trasladar trabajadores de otros aeropuertos y contratar eventuales para atender estos vuelos a la vista de que en Vitoria se vive una huelga indefinida desde el pasado 25 de abril. Hacerlo, como han recordado, sería incurrir en una ilegalidad.
Por tanto, a Aena no le ha quedado más remedio que comunicárselo a Air Nostrum que ahora deberá tomar una decisión: continuar con su operativa en el aeródromo alavés o trasladarla a Loiu o a cualquier otra terminal del entorno. Se antoja pensar que la firma valenciana optará por desviar los aviones.
Se da la circunstancia de que la sociedad pública ha decidido no prorrogar los contratos de nueve trabajadores eventuales que atendían las operaciones del Imserso y que vencía ayer. Además, cinco empleados fijos que también ayudaron en Foronda estos últimos meses han regresado a sus puestos de origen. O lo que es lo mismo. En el aeropuerto vitoriano ya no hay personal de refuerzo para garantizar que las operaciones se desarrollen sin contratiempos.
La atención de cada vuelo requiere de la presencia de dos bomberos, una persona en transmisiones y otra en la central eléctrica. Si una de ellas falla por el motivo que sea, ningún avión puede despegar o aterrizar. Y ese es el temor que tiene Aena, que a última hora un trabajador no se presente y se tengan que cancelar las salidas. Algo que, también es cierto, no ha ocurrido en los más de dos meses que está vigente la huelga indefinida. Ningún enlace del Imserso ni los chárter de San Prudencio se vieron afectados y operaron con total normalidad.
Un futuro desalentador
La huelga, en cambio, sí ha afectado a dos salidas por realizarse durante el día, cuando el aeropuerto está cerrado. Una de ellas en junio a Oslo, que partió desde Loiu, y otra, prevista para el próximo día 4 a Dubrovnic, que también saldrá desde la terminal vizcaína. Los regresos no se han visto alterados, ya que están programados de noche, cuando Foronda está operativo.
La más que previsible marcha de los vuelos veraniegos sumirán en el más absoluto ostracismo al aeropuerto alavés, después de haber movido en las últimas semanas a más de 20.000 pasajeros por el Imserso y haber fletado un buen número de vuelos chárter. Si nadie lo remedia, hasta finales de año no habrá nuevas operaciones. La llegada de los chárter de diciembre pueden dar actividad a la terminal.
Y mientras tanto, VIA ultima el concurso público para la llegada de vuelos regulares de bajo coste a partir de abril de 2017. Sin embargo, el panorama que se presenta, con un aeropuerto en huelga indefinida sin que se vislumbre una solución en el futuro más inmediato, no es el más idóneo para vender a las compañías. Las instituciones lo saben por lo que abogan por una pronta solución del conflicto. Ya se lo han hecho saber a las partes implicadas, que, de momento, han hecho oídos sordos.