«Ha habido que convencer a los jóvenes de que hombres y mujeres no somos iguales»
Expertas, estudiantes y emprendedoras debatieron ayer sobre la brecha tecnológica en una jornada organizada por EL CORREO en el museo Artium
Alberto Canto
Viernes, 4 de marzo 2016, 08:24
«No somos iguales aunque lo parezca». «Aún queda mucho camino por recorrer». «No hemos llegado al nivel de igualdad que exige la democracia». Éstos fueron algunos de los mensajes lanzados ayer durante la jornada organizada por EL CORREO en el Artium, bajo el título Women In Progress. Mujer y tecnología, para debatir sobre la brecha tecnológica que existe entre los hombres y las mujeres.
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En el encuentro, patrocinado por el Gobierno vasco, la Diputación alavesa, el Ayuntamiento de Vitoria y Euskaltel, en colaboración con Camp Tecnológico, participaron representantes institucionales, expertas, emprendedoras y estudiantes en el umbral de la Universidad o la Formación Profesional, pertenecientes a la ikastola Olabide, Sagrado Corazón Carmelitas y Egibide. Todos ellos llegaron a la conclusión de que queda mucho camino por recorrer para que se equipare el acceso a los estudios tecnológicos de ambos sexos. Porque, en la actualidad, sólo un 20% de mujeres estudia carreras técnicas, un porcentaje que desciende aún más cuando se habla de Formación Profesional. Sin olvidar de que, una vez ya en un puesto de trabajo, las mujeres cobran en Euskadi un 25% menos.
Arantza Aurrekoetxea, viceconsejera de Educación, fue la primera persona en realizar una llamada a la reflexión cuando aseguró que «no somos iguales aunque lo parezca. Hay muchos escollos que superar para hacer frente al espejismo de la igualdad. Hay instalada en la sociedad la idea de que es una realidad, pero ha habido que convencer a los jóvenes de que no es así». Un sentimiento similar expresó el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, para quien «aún no hemos llegado al nivel de igualdad que exige la democracia. Hay una brecha en el ámbito tecnológico entre chicos y chicas que obedece a factores culturales y sociales». Ramiro González, diputado general, reconoció que «queda mucho por hacer sobre todo en el ámbito laboral. Todas las instituciones tenemos mucho trabajo por hacer pese al que ya se realiza, que es importante». Maria Goti, gerente de EL CORREO Álava, insistió en la importancia de impulsar iniciativas que promuevan la igualdad efectiva.
Necesidad de elegir
La experta en tecnología Cecilia Castaño abrió el turno de los invitados para intervenir ante una audiencia eminentemente escolar. Es autora del libro La segunda brecha digital, en el que alude a la necesidad de impulsar la inclusión de las mujeres en estudios, investigación y empresas de este sector. «Las chicas buscan carreras en las que hay que colaborar con otros, beneficiar a otros, como la biología, la medicina, el cambio climático. Los chicos muestran interés por mejorar la posición propia y eso se refleja en la ingeniería», señaló. Castaño también aludió a la necesidad de elegir carreras «para agradar, en las que queremos responder a lo que se espera de nosostros. Y eso afecta a nuestra libertad de elección». «Hay que revalorizar la ingeniería a los ojos de las mujeres y de la sociedad», reclamó.
Eso sí, la experta envió un mensaje optimista porque, insistió, «los equipos encuentran mejores soluciones cuando hay mujeres. Estos grupos se basan en la interacción, en saber escuchar a los demás, en la humildad».
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Tres mujeres que han triunfado en altos cargos tecnológicos ofrecieron sus experiencias en el Artium. Elena Guede es la primera mujer directora de una fábrica de cemento, en concreto, la de Lemona. Dirige a 107 personas, de las que sólo once son mujeres. «Te valoran diferente al principio, pero nunca he tenido trabas. Sientes la presión de tener que demostrar algo, pero yo siempre he actuado con naturalidad. No hay diferencia entre unos y otros, yo no me he sentido diferente», explicó.
Natividad Díez es directora de Sistemas de Información de Euskaltel, con un equipo de 23 personas, trece de ellas mujeres, todas técnicos. «A mí me gustaba la informática, programar, y antes no había tanta diferencia entre chicos y chicas. Ahora, las mujeres piensan más en carreras sociales». Y puso un ejemplo: «el otro día tuvimos una visita de quince grados superiores, todos chicos. Me entristeció». Díez también tiene claro que «cedemos más las mujeres, damos más, y al final te mimetizas con ellos». Cristina Martín es directora general Digital de Vocento. Trabaja con 250 personas, de las que el 40% son mujeres. «Me siento segura y estoy a gusto», destacó, al tiempo que lamentó el alto número de chicas que deben renunciar a sus carreras por motivos familiares. En el polo opuesto, se congratuló de que «cada vez hay más presencia femenina en perfiles técnicos y digitales muy especializados».
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Losas sociales y familiares
La educación también tuvo un apartado destacado en la jornada. Ziortza Gil, directora de la Ikastola Olabide, lamentó que los profesores y familiares «nos paramos poco a pensar qué les gusta», aunque también destacó que «si te ilusionas con ese trabajo, todo lo demás no tiene importancia. Pero hay losas sociales, familiares a la hora de elegir». Eso sí, Gil recordó que las carreras de ciencias son las que más se demandan, la mujer en el aspecto sanitario y los hombres en el técnico».Jesús Ángel Bravo, director general de Camp Tecnológico, abogó por impulsar la creatividad, «pasar de usuarios digitales a creadores. Queremos desarrollar no sólo ingenieros, que aprendan a tener espontaneidad». Mientras, Naiara Espejo, profesora de DigiPen-Institute of Technology Bilbao, algo así como la universidad del videojuego, como definió Almudena Cacho, moderadora del debate, de Radio Euskadi. «Se ha desmitificado la imagen del friki como la persona vinculada al mundo de la informática. Pero no sólo desde el punto de vista de un apasionado del tema, sino como de una persona retraída».
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