Urkullu avala crear un registro de personal sanitario y de pacientes que hablan euskera
«¿Qué hay de malo en preguntar a los ciudadanos en qué idioma quieren ser atendidos?», se pregunta el lehendakari
M. J. Carrero , BILBAO
Martes, 5 de noviembre 2013, 15:16
«¿Qué hay de malo, de excluyente, en preguntar a los ciudadanos en qué idioma quieren ser atendidos?». El lehendakari, Iñigo Urkullu, lanzó ayer esta pregunta al ser preguntado por el proyecto de Osakidetza de crear un registro de profesionales sanitarios y de pacientes que hablan euskera.
Esta iniciativa figura en el borrador del II Plan de Normalización del Uso del Euskera en Osakidetza para el sexenio 2013-2019. El documento contempla, entre otras medidas, la puesta en marcha de una base de datos con los profesionales capaces de atender pacientes en lengua vasca y, de forma paralela, conocer los gustos idiomáticos de los usuarios de la Sanidad pública. La finalidad es intentar, en la medida que sea posible, facilitar la asistencia en la lengua elegida por los enfermos.
En la actualidad, el 25% de la plantilla de Osakidetza ha acreditado el perfil de euskera que corresponde a su puesto de trabajo. La utilización real de la lengua vasca en el día a día. Por tanto, el nuevo plan de euskaldunización -previsiblemente se aprobará a final de este año- pretende incrementar su uso por un doble motivo. En primer lugar, «porque atender a los pacientes en su lengua materna es un elemento más de calidad asistencial y porque se trata de sacar un rendimiento al esfuerzo de euskaldunización que se está haciendo», señaló una portavoz autorizada del consejero de Salud, Jon Darpón.
Al mismo tiempo que Urkullu recordaba que el euskera y el castellano son lenguas oficiales del País Vasco y, por tanto, pedía «respeto» para los derechos lingüísticos, el PP y UPyD emitían sendos comunicados criticando la iniciativa de Osakidetza. La portavoz parlamentaria de los populares vascos en temas de Sanidad, Laura Garrido, consideró que la propuesta supone «marcar y etiquetar a los ciudadanos». El representante de UPyD en la Cámara vasca, Gorka Maneiro, tachó el planteamiento de «aberración. Es una nueva vuelta de tuerca en la imposición del euskera».