Una víbora en el cajero

Sacar dinero de un cajero automático se está convirtiendo en una actividad de riesgo en los últimos tiempos. No solo por la posibilidad de ser objeto de un robo, de que los ladrones obtengan las claves de la tarjeta o de que se realice un duplicado. Incluso se puede sufrir el ataque de una víbora.

Este último caso ocurrió ayer en Llodio. A las ocho de la mañana, un vecino de la localidad alavesa se dirigió al cajero de Caja Madrid, en el número 38 de la avenida Zumalakarregi, situado en el exterior. Después de realizar la operación para sacar dinero del dispensador, se encontró con la sorpresa de que en la rendija por la que salen los billetes, apareció una pequeña víbora. El instinto del cliente le llevó a recoger el dinero antes de poder reaccionar al susto que acababa de recibir, y de forma inmediata llamó a los agentes de la Policía Local. Una patrulla se personó en el lugar de los hechos, y los dos municipales intentaron capturar al animal, «pero estaba atrapado por la cola y no había manera de sacarla de allí», explicó el responsable de Seguridad Ciudadana de Llodio. «Ha estado a apunto de picar al usuario», explicaron las mismas fuentes. Los policías no pudieron identificar al sorprendido ciudadano, que se limitó a denunciar la situación. «Nos llamó por teléfono y dijo que iba a trabajar, que tenía que marcharse». Ante la posibilidad de que provocara una picadura a los agentes, hubo que acabar con la vida del ofidio.

La Guardia urbana no ha podido determinar todavía quién ha sido el responsable, aunque todo apunta a que se trata de un acto de vandalismo. Un portavoz de Caja Madrid aseguró ayer que se iniciará una investigación «para ver lo que ha ocurrido y emprenderemos las acciones que consideremos oportunas».