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La autora estadounidense reivindica en su última obra la independencia de las mujeres. :: JOSÉ RAMÓN LADRA
CULTURA

«En Estados Unidos el Nobel tiene mucha menos importancia que aquí»

Tras morir su marido la autora reescribió 'Ave del paraíso', que acaba de publicarse en español, para expresar su sentimiento de pérdida Joyce Carol Oates Escritora

EDUARDO LAPORTE

Sábado, 4 de septiembre 2010, 04:45

Su aspecto es frágil, tiende la mano con gran delicadeza y habla con voz baja. Joyce Carol Oates, uno de los nombres femeninos que suena desde años para el Nobel de Literatura, presenta su última novela, 'Ave del paraíso' (Alfaguara), con la violencia, el amor y la reivindicación de la independencia de la mujer como elementos nucleares. Autora de más de cincuenta obras de ficción, la última tiene un poso especial. Durante el proceso de escritura murió su marido, lo que provocó una reelaboración profunda del original. En la nueva versión, la voz de la protagonista, Krista Dielh, le sirvió para volcar sus sentimientos.

- La crítica ha recibido con entusiasmo 'Ave del paraíso'. ¿Es la novela de la que más orgullosa se siente?

- Está muy cerca de mi corazón, extremadamente cerca de mi corazón, tiene un significado especial. La reescribí muy cuidadosamente, después de la muerte de mi marido, y es una novela en la que he volcado el sentimiento de pérdida que tenía en aquel momento. Todo el amor que siente la protagonista es el mismo que sentía yo por mi esposo.

- Sin embargo, luego escribió 'A Widow's Story' (Historia de una viuda). ¿Necesitaba más literatura para superar el trance?

- Aquello que escribí era lo único que podía haber escrito en aquel momento. Es una serie de capítulos muy cortos, y tiene una forma casi de pesadilla, o de sueño. Era algo pensado para que otras viudas pudieran también leerlo, pero no sabía muy bien qué podía esperar de ese texto, ni qué podía salir cuando lo acabe.

Mujeres adelantadas

- 'Ave del paraíso' se ambienta en los años setenta y ochenta, un período que apenas había explorado todavía.

- En los Estados Unidos de los años sesenta se da un periodo de idealismo, de revolución, y después llega un tiempo de reconsiderar las cosas, de cuestionamiento. Las mujeres, en los setenta y ochenta, van ganando terreno, y se van enfrentado a la oposición que les impedía conquistar más espacio y libertad. En esa época coloco al personaje de Zoe Kruller, una mujer adelantada a su tiempo, pero que no puede realizarse como tal. Será su hija Krista quien consiga la profesión que quiere, mudarse a una nueva ciudad...

- Una de las virtudes que ha destacado la crítica es la empatía que demuestra con los personajes masculinos.

- Comprendo muy bien al padre, que ama a su familia y la pierde, ama su trabajo y lo pierde, así como el personaje de Aaron Kruller, que es un sujeto muy perturbado por el asesinato de su madre, pero que tiene una personalidad muy atractiva. Me recuerdan a hombres muy fuertes que conocí cuando era niña; personas que trabajaban muy bien con las manos, pero que se les daba muy mal expresarse con palabras.

- Los cantos de sirena del Nobel, ¿le estimulan?

- Es un honor estar considerada como aspirante al premio, resulta alentador y todo escritor necesita ser alentado y ser halagado por lo que hace. Sin embargo, en Estados Unidos el Premio Nobel no tiene tanta importancia como aquí. Es una pregunta que me hacen una y otra vez en Europa, pero nunca me la harían en mi país.

- Un estudio reciente decía que muchos jóvenes estadounidenses creen que Beethoven es un perro... ¿Le preocupa quedarse sin público, que sus obras no sean valoradas por las generaciones posteriores?

- La verdad es que algo así no deja mucho lugar para la esperanza... Pero hay que tener en cuenta que el público de la novela literaria no ha sido nunca muy abundante. El público en general suele ocupar más tiempo con la televisión.

- Quizá sería importante dejar claras las fronteras entre literatura en general y la 'literary fiction', la literatura de calidad...

- Es cierto, pero no olvidemos que hay novelas que venden mucho y también son de calidad. Las de Harry Potter, por ejemplo, o las de Charles Dickens, o el propio Ernest Hemingway, que vendió bastante en vida. En general, los best-sellers son un tipo de libro que no se ocupa tanto del lenguaje, mientras que la novela literaria sí que trabaja la capacidad poética de cada una de las lenguas.

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