El 'caso Robinson' sacude la autonomía de Irlanda del Norte
El unionismo busca la renuncia del ministro principal de quien se apunta que golpeaba a su mujer, que le engañó con varios amantes
I. GURRUCHAGA
Lunes, 11 de enero 2010, 09:29
El 'caso Robinson' puede provocar la caída del Ejecutivo compartido de Irlanda del Norte por la creciente presión a la que está sometido el ministro principal para que dimita de sus cargos si no despeja esta semana las dudas sobre qué hizo al saber que su mujer recaudó fondos de constructores para ayudar a un amante.
David Trimble, predijo ayer que Peter Robinson tendrá que renunciar. Aunque el premio Nobel de la Paz, ahora miembro de la Cámara de los Lores, fue un rival encarnizado en el unionismo; palabras públicas de otros correligionarios sugieren que el jefe del Gobierno tiene los días contados.
David McIlveen, predicador de la Iglesia Libre Presbiteriana, fundada por Ian Paisley y a la que pertenecen los Robinson, repitió ayer la petición que ya había pronunciado el sábado para que el actual líder dimita al menos temporalmente, hasta que limpie su nombre. McIlveen es considerado como una persona influyente en el movimiento unionista radical.
Los miembros del partido rechazan cualquier comentario público sobre la crisis, pero la avalancha de informaciones de los medios de comunicación ha adquirido una dinámica que parece destinada a sepultar la cerrera de Robinson.
Se publica ahora un rumor que según los medios ha circulado en Belfast durante tres décadas, que hace referencia a que Peter Robinson maltrataba físicamente a su mujer. Y también que Iris mantuvo relaciones extramaritales con el padre de su joven amante, Kirk McCambley, además de con otro político del partido.
Adams espera
La veda está abierta para la publicación de noticias que ofrecen un retrato desangelado del matrimonio de dos políticos que están en la cima de la versión puritana del protestantismo norirlandés y sobre la relación entre su poder y su notable riqueza.
Esta crisis llega cuando se cumple el ultimátum dado por Sinn Fein para que se transfiera a Belfast las competencias sobre la Policía y la Justicia. Robinson tenía ya dificultades para llevar a todo su partido hacia un acuerdo que debía ser inminente. En las circunstancias actuales, Sinn Fein está tentado en provocar la caída del Ejecutivo.
A la disolución seguirían unas elecciones, en las que el partido del IRA aspiraría a ser el más votado en la provincia. Quizás entonces el foco de atención vuelva a situarse donde en la conducta del líder de Sinn Fein, Gerry Adams, ante la denuncia de su sobrina sobre los abusos sexuales a los que le sometió su padre, Liam Adams, a quien su hermano amparó y apadrinó como dirigente político local incluso tras conocer sus brutales delitos.