Cearsolo cumple pena en Basauri
El ex director financiero del Guggenheim entró en prisión el 28 de diciembre para hacer frente a una sentencia de tres años y medio de cárcel
I. ESTEBAN |
Domingo, 10 de enero 2010, 11:20
El ex director financiero del Guggenheim Bilbao, Roberto Cearsolo, entró en la cárcel de Basauri el pasado 28 de diciembre para cumplir una condena de tres años y medio de prisión por haber robado más de 550.000 euros de las arcas del museo entre 1998 y 2005. Así lo confirmaron ayer a EL CORREO fuentes de la penitenciaría, que también revelaron que al preso aún no se le ha asignado una ocupación dentro de ella, pues es demasiado pronto y seguramente transcurrirá otro mes hasta que se la asignen.
La Audiencia Provincial de Vizcaya le ha permitido apurar al máximo el tiempo -de quince días a un mes- que suele transcurrir entre la publicación de la sentencia y la entrada en prisión. Si se hubieran aplicado los 30 días, Cearsolo habría ingresado en Basauri en Nochebuena, como adelantó este periódico, por lo que se le extendió el permiso hasta el lunes siguiente.
El caso se resolvió con una rapidez inusitada, porque la defensa, la Fiscalía y la acusación particular -el Guggenheim- llegaron a un acuerdo previo que fue ratificado por los tres magistrados que llevaron el caso, José Ignacio Arévalo, Mari Carmen Rodríguez y Nekane San Miguel, lo que evitó la vista pública y su consiguiente seguimiento por los medios de comunicación.
Sobre Cearsolo pesaban los cargos de delito continuado de apropiación indebida y otros dos de falsedad documental por haber desviado a sus cuentas fondos de dos sociedades que forman parte del museo, la Tenedora, encargada de la compra y propiedad de obras de arte, y la Inmobiliaria, fundamentalmente destinada a figurar como propietaria del edificio, y por tanto con escasa actividad.
Con la entrada de Cearsolo en Basauri se cierra parte de un capítulo del 'annus horribilis' para el Guggenheim, 2008, en el que se descubrió el desfalco del ex director financiero, y aún coleaba la pérdida de seis millones de euros por cambiar euros en dólares, descubierta por EL CORREO en 2007.
Desde que el propio museo desveló el robo, en una rueda de prensa a la que acudió todo su cuadro directivo, su estrategia consistió en concentrar en Cearsolo toda la responsabilidad sobre el caso, ya que el Guggenheim siempre ha presumido de su gestión. Sin embargo, la pregunta que quedaba sin responder era cómo Cearsolo había actuado durante siete años con total impunidad sin que ningún superior se diera cuenta.
El Parlamento vasco aprobó entonces una comisión de investigación con el apoyo de todos los grupos. Las conclusiones, aprobadas por el PSE, PP, EA y Aralar, fueron especialmente duras con el jefe de Cearsolo, el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, por no haber puesto los mecanismos de control que hubieran impedido un delito continuado de esa naturaleza. En cualquier caso, Cearsolo, hombre próximo al PNV, asumió sin rechistar su culpa y hoy duerme, come y se vuelve a acostar en Basauri sin haber abierto la boca.