¿En qué se va el dinero? Los hogares vascos ya gastan más en teléfono que en pan

Una mujer con ojeras estruja entre las manos una lista de la compra con casi tantas líneas como el Antiguo Testamento. Un crío revolotea a su alrededor, directo como un misil hacia la montaña de papel higiénico en oferta. Detrás, en la retaguardia, un hombre arrastra a bufiditos un carro a rebosar, en el que han sentado en uno de esos asientos abatibles al otro vástago, que no para de berrear desconsolado entre los filetes de panga, los cuatro paquetes de pañales superdry, el pack familiar de leche semidesnatada, la docena de latas de cerveza sin de marca blanca, la malla de patatas, el detergente con oxígeno activo, los yogures de sabores del 3x2, los cartones de tomate frito y los dos kilos de macarrones al huevo. Es sábado por la mañana y la escena se desarrolla entre suavizantes y lejías, en el pasillo de drogueria de uno de esos hipermercados que abren la persiana en un polígono a las afueras de la ciudad. Como ellos, cientos de familias peregrinarán hasta allí durante la jornada para llenar la despensa. Todas acabarán en la línea de cajas, asistiendo como, con cada pitido angustioso, el que suena cada vez que la cajera escanea el código de barras, la cuenta se va disparando. Hasta alcanzar los 31.828,56 euros que, junto con la vivienda, las facturas y la gasolina redondean el gasto medio por hogar cada año en Euskadi, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Vivir en el País Vasco es unos 4.000 euros más caro que en el resto de España. Aunque en los últimos años el presupuesto de los hogares vascos se ha ido encogiendo de forma considerable, Euskadi sigue siendo una de las comunidades en las que las familias tienen que gastar más cada año. Según las cifras del INE, la media del presupuesto familiar español se encuentra en 27.037,74 euros anuales, lejos de los más de 31.000 a los que se enfrentan la economía de andar por casa de los vascos y muy lejos de los casi 35.000 que por aquí se gastaba en 2008, cuando las vacas eran todavía gordas y la prima de riesgo no venía ni de visita.

Junto con la vivienda -para la que cada hogar destina más de 7.700 euros según el INE-, una de las principales partidas con más peso en el presupuesto de las familias va a parar a la cesta de la compra. En poner un plato encima de la mesa se van 3.812 euros de media al año. Y echando un vistazo a las despensas vascas parece que la carne sigue siendo un producto indispensable, a pesar de que en los últimos años parece que el cuarto y mitad de solomillo ha dado paso, al cuarto de pollo. Cada hogar destina 1.090,66 euros al consumo de carne, frente a los 1.119,52 de hace sólo un año, aunque todavía algo lejos de los 982,67 euros que se gastan las familias del resto de España. Algo parecido ocurre con el pescado, otro de los básicos de la gastronomía vasca. Para comprar una buena merluza o un rico chicharro, los vascos destinan 631,45 euros al año frente a los 473,91 que, de media, gastan en el resto de comunidades.

Y para rebañar o, directamente, engañar al hambre, un pedazo de hogaza. En los hogares vascos se destinan 644,55 euros al año en pan y cereales. No es ninguna migaja dentro del presupuesto. El alimento más básico devora entre rebanada y rebanada más de lo que gastamos en lácteos (517,96 euros), frutas (447,89 euros), verduras (439,35), dulces (197,39) y aceites (93,11). Con todo, el presupuesto que dedicamos a rebañar el plato ha caído en los últimos tiempos. Hace siete años, cada familia vasca se dejaba en la panadería 728,02 euros, 83,47 más que ahora. Y esa cantidad ha ido a parar en otros productos y servicios que, poco a poco, han ido cobrando cada vez mayor protagonismo en el bolsillo. Del fijo al móvil, del ADSL a la fibra, de los minutos a los megas y, luego a los gigas, la factura telefónica se lleva, siempre según los datos del INE, hasta 785,85 euros por hogar al año, más incluso de lo que se destina a electricidad (648,34 euros) y gas(375,58).

Comer fuera de casa

A pesar de que la crisis ha obligado a buscarle más agujeros de la cuenta al cinturón en los últimos años, parece que en Euskadi hay hábitos relacionados con una forma de disfrutar de la vida que siempre acaba y empieza a mesa puesta a los que, por estos lares, el personal no está dispuesto a renunciar. Según la encuesta de gasto de los hogares del Instituto Nacional de Estadística, cada familia destina al año 2.805,53 euros en comer y beber fuera de casa. Se trata de un dato muy superior al de la media española, que se sitúa el gasto en restaurantes y cafés en 2.075,27 euros. Las diferencias también son notables a la hora de llenar el vaso. Mientras que en el resto del país se gasta casi tanto en cerveza como en vino, por aquí los taninos se le suben con mayor facilidad al presupuesto familiar. Los últimos datos revelan que los vascos gastan 100,06 euros al año en vino, más del doble que en cerveza, con 47,80 euros anuales.

La ropa es otra de las partidas que también se llevan buena parte del presupuesto doméstico. Cada familia vasca gastó en 2014 un promedio de 1.177,04 euros en prendas de vestir, según los datos del INE, bastante más de los 986,67 que visten la media española. Por lo visto, aquello de que por aquí la gente se viste por los pies, tiene algo de cierto. En el País Vasco, las familias se dejan 408,91 euros todos los años en calzado, bastante más de los poco más de 330 que gastan en en el resto de comunidades. La diferencia es mucho mayor en lo que aquí invertimos para estar bien informados. Las cifras destacan que en Euskadi se gasta casi el triple que en el resto del país en comprar prensa. Periódico a periódico, revista a revista, cada hogar vasco se deja en el kiosco 123,52 euros todos los años, muy lejos de los 49 que arroja la media nacional.