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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la entrevista. RNE | Atlas
Rajoy acusa a Sánchez de excluir al PP en una «especie de Pacto del Tinell»

Rajoy acusa a Sánchez de excluir al PP en una «especie de Pacto del Tinell»

El presidente subraya la «relación correcta» que mantiene con Susana Díaz y anuncia que su intención es «seguir en la vida política»

Nuria Vega

Lunes, 18 de enero 2016, 09:45

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Mariano Rajoy, al menos por ahora, no tiene previsto reunirse con Pedro Sánchez ni tampoco tiene intención de dar a conocer hasta dónde estaría dispuesto a llegar en una negociación con el PSOE para ganarse el apoyo o la abstención de los socialistas en su investidura. ¡Si es que el PSOE no quiere negociar con nosotros!, reprocha el presidente del Gobierno en funciones. A Rajoy la situación le recuerda al pacto firmado en Cataluña en 2003 en el que las fuerzas políticas, incluido el PSC, se comprometían a no establecer acuerdos de legislatura con los populares. El señor Sánchez establece una especie de 'Pacto del Tinell' en el que está dispuesto a habar con todos, a cederle a todos, a abdicar de sus responsabilidades y no explicar nada, y con el único que no puede entenderse es con el PP, que ha ganado las elecciones, ha censurado Rajoy.

El jefe del Ejecutivo enmarca así los últimos movimientos del PSOE en su búsqueda de un acuerdo que le permita llegar a la Moncloa y advierte a su adversario de que un Gobierno de 14 terminaría como el rosario de la aurora. El secretario general del PSOE habla mucho pero no explica la razón por la que ha prestado senadores a dos partidos independentistas; está intentando a toda costa conseguir el apoyo de independentistas, rupturistas y de todos para ser presidente del Gobierno, ha lamentado el líder de los populares en una entrevista en RNE.

Las relaciones entre ambos nunca han sido buenas. Fuentes del entorno del presidente ya avanzaban cuando aún no había concluido la campaña electoral que sería más fácil entenderse con una dirigente socialista como Susana Díaz que con el propio Pedro Sánchez. Hasta ahora Rajoy no había querido pronunciarse al respecto. Hoy, sin embargo, ha subrayado la relación correcta que siempre ha mantenido con la presidenta andaluza, a pesar de no haber tenido mucho trato.

En el PP persiste la tesis de que con Díaz quizá podría fraguarse un acuerdo de legislatura, porque la apuesta del jefe del Ejecutivo sigue siendo la de un Gobierno respaldado por PP, PSOE y Ciudadanos que diseñe una hoja de ruta sobre los grandes temas de Estado, como el empleo, el estado del bienestar o la lucha contra el terrorismo. Es más, asegura estar dispuesto a hablar de una reforma de la Constitución. En su partido van más lejos. Fuentes populares admitían la semana pasada que incluso podría revisarse la reforma laboral. En público, el presidente insiste en que no cree que haya que cambiar este extremo y tampoco ve sentido a modificar otras leyes como la educativa o la de seguridad ciudadana. Sería un disparate dar marcha atrás en las reformas que se hicieron, ha zanjado, aunque sostiene que hay muchísimo margen para entenderse.

Esta es, a su juicio, la prioridad de los partidos, porque la política afecta a la economía, hay muchos inversores a la espera de que se aclare el panorama, e incide en la necesidad de tener un Gobierno a la mayor celeridad posible. La inversión extranjera, las exportaciones, el turismo habían aumentado mucho, y la incertidumbre política afecta, fíjese cuál es el rating de Cataluña: ¡la Generalitat no puede ir a los mercados!, ha alertado Rajoy, que sigue sin tener en su agenda la llamada al nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont. Si él tiene algo que decirme, lo atenderé muy gustosamente, cualquier presidente que toma posesión me llama y si quiere que lo vea, lo veo, pero no soy yo el que llama habitualmente, se ha justificado.

Seguir en política

La sorpresa que esta mañana se había reservado Rajoy para los suyos está relacionada con su propio futuro político. No sólo quiere presentarse a los próximos comicios, en caso de tener que repetirse, sino que no descarta ni tan siquiera permanecer en la oposición. No me lo he planteado, pero yo tengo intención de seguir en la vida política, y tengo intención, en primer lugar, de seguir como presidente del Gobierno, ha dejado en el aire el líder de los populares.

Sobre si estaría dispuesto a dar un paso atrás y ceder la primera fila a otro dirigente del PP para facilitar un acuerdo de Gobierno, Rajoy, menos contundente, insiste en que nadie se lo ha pedido y recuerda que el problema no es personas, es de partidos.

Muy tranquilo

Uno de los factores que más han desgastado al Gobierno en la pasada legislatura son los escándalos de corrupción que han salpicado a dirigentes populares, especialmente el del extesorero Luis Bárcenas. Rajoy, sin embargo, asegura estar muy tranquilo en todo ese asunto y se ha desvinculado del caso que ha reabierto la Audiencia Provincial de Madrid sobre el borrado de los ordenadores del PP tras el despido de Bárcenas. No sé absolutamente nada, sé lo que me han contado, que es de sentido común, que el ordenador era del PP y que, cuando se fue este señor, allí se quedó, y no tengo claro que se haya borrado o no, ni sé lo que se borró, si fue así, ha resumido Rajoy que cree que todo tiene bastante poco sentido.

En cuanto a Rodrigo Rato, exvicepresidente de los Gobiernos de Aznar e implicado en el caso Bankia, insiste en esperar a las resoluciones judiciales y simplemente traslada que a él no le gusta que acabe en la cárcel nadie.

Más claro tiene el asunto del diputado Pedro Gómez de la Serna, que la semana pasada pidió su baja en el PP tras aceptar la Audiencia Nacional la querella de la Fiscalía Anticorrupción sobre el cobro de comisiones millonarias. El presidente entiende que su excompañero de filas debería devolver su acta como parlamentario, aun estando en el Grupo Mixto.

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