Incertidumbre total en el PP vasco sobre el futuro de Quiroga

Mar de especulaciones en el PP vasco, un día después de que su presidenta se viera forzada a retirar su controvertida ponencia de paz. Arantza Quiroga sigue sin aparecer por el pleno del Parlamento vasco, que ha retomado la sesión de la tarde, y sin dar muestras públicamente de sus intenciones tras ser desautorizada por la dirección del partido. Su ausencia de la Cámara, a la que no ha acudido para sorpresa de muchos de sus compañeros de bancada, ha disparado todas las alarmas sobre su continuidad. La incertidumbre es total. Por el momento, se mantiene la versión facilitada por el grupo parlamentario: Quiroga se encuentra «indispuesta» tras haber vivido el día anterior una jornada plagada de «tensiones».

La secretaria general, Nerea Llanos, ha tratado de acallar los rumores al asegurar que «nadie debe dimitir» por la polémica desatada en torno a la propuesta de pacificación. El texto sustituía la condena a ETA por un genérico «rechazo a la violencia» con la intención de sumar a EH Bildu y de buscar un «pronunciamiento compartido» sobre la deslegitimación del terrorismo.

Llanos, que ha tenido la oportunidad de charlar por teléfono con la líder de los populares durante la mañana, ha insistido en que no contempla el escenario de la dimisión. Posibilidad que tampoco se plantea la dirección nacional del partido, 24 horas después de que presionara a Arantza Quiroga para que reconsiderara su decisión de presentar la moción. En una rueda de prensa convocada pasado el mediodía en la sede de la madrileña calle Génova, el vicesecretario Sectorial, Javier Maroto, ha intentado ofrecer una imagen de cierre de filas en torno a Quiroga y recuperar un vínculo de confianza que parece irremediablemente roto con su jefa de filas en Euskadi.

Maroto ha considerado «un gran acierto» que respalda el PP la rectificación de Quiroga. A su juicio, la retirada de la moción ha permitido que la izquierda abertzale no utilice la iniciativa para «blanquearse». Sin embargo, el 'apagón' en el que se ha sumido la presidenta del PP vasco no ha cerrado las especulaciones. Al contrario, se mantienen abiertos todos los escenarios: desde la dimisión a la continuidad a cambio de ciertas garantías para no ser 'sacrificada' tras las generales, como internamente se ha dejado deslizar desde hace meses.

La dirección nacional del partido no vería con buenos ojos en este momento una eventual dimisión de la presidenta del PP vasco, a dos meses y medio de las elecciones generales. Esa medida reflejaría una imagen de debilidad del partido y de división interna cuando los populares han volcado todas sus energías en buscar la victoria el 20 de diciembre para intentar asegurar la permanencia de Mariano Rajoy en La Moncloa.