Vitoria limpia el monumento a la Batalla porque "no hay dinero" para restaurarlo

El monumento de la Batalla de Vitoria, en plena Virgen Blanca, necesita ingresar en la UCI para reponerse de los múltiples achaques que padece debido a las heces de las palomas, las pintadas y los "trepadores", que destrozan su relieve. Someterlo a una restauración integral le devolvería su esplendor, pero acarrearía una onerosa minuta de 60.000 euros.

Así lo ha cuantificado el servicio de Obras del Departamento municipal de Mantenimiento en un informe en el que detalla las labores que habría que acometer en el conjunto para salvarle de su actual deterioro. Pese a ser consciente del penoso estado de la postal de la ciudad y del símbolo de los actos programados con motivo del bicentenario de la batalla de Vitoria, el Gabinete Maroto descarta abordar esa reforma integral. Simplemente, no tiene dinero para ello.

A cambio, los operarios han comenzado ya a realizar una intervención de urgencia para liberar al monumento del musgo y de las pintadas, y aplicar un «consolidante que evite la continua disgregación de la piedra caliza». Los trabajos durarán dos semanas.

Brillo a la inscripción

Consistirán en aplicar decapante y efectuar una limpieza manual, con cepillo y agua. A continuación, se le dará una segunda capa para conferir dureza a la piedra, se sacará brillo a los elementos de bronce y se repondrá la letra "D", que ahora falta en la inscripción. Para ello, los operarios, personal de Mantenimiento, se valdrán de una plataforma autopropulsada. El lavado de cara costará cerca de 2.300 euros, IVA incluido.

El equipo municipal de gobierno no se plantea por ahora acometer la segunda fase de la intervención recomendada por sus técnicos, quienes aconsejan que se lleve a cabo «antes de dos años» para aplicarle un fijador más potente y así proteger la piedra. Para ello sería necesario, según reflejan en el informe, contratar mano de obra especializada, que reconstruiría las piezas que faltan, e instalar un andamio con toldo, puesto que el monumento no podría recibir la luz directa.