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De la Concha, Sanz, doña Letizia, Mañas y González aplauden a doña Letizia. / RAFAEL LAFUENTE
Seminario en la rioja

Los expertos abogan por atender la jerga juvenil para preservar y mejorar la lengua

El director de la RAE advierte que «sin una norma léxica», el lenguaje «dejaría de ser un instrumento de comunicación»

EL CORREO

Jueves, 10 de abril 2008, 11:05

Estudiar y comprender el lenguaje que emplea la juventud y corregir sus códigos incorrectos es uno de los ejes para preservar el español como lengua viva, una idea repetida por los expertos que desde ayer participan en el seminario 'El español de los jóvenes', organizado por la Fundación del Español Urgente, Fundéu BBVA, y la Fundación San Millán.

Durante tres días, una veintena de filólogos, guionistas de cine y televisión, músicos y profesores universitarios van a estudiar cómo hablan hoy los jóvenes y si sus formas de expresión empobrecen o no el idioma.

El encuentro fue inaugurado por la Princesa de Asturias en el monasterio de Yuso con la asistencia de los presidentes del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz; del BBVA, Francisco González, y de la Agencia EFE, Alex Grijelmo, y los directores de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba.

Doña Letizia animó a los asistentes a estudiar los códigos que la juventud utiliza en sus conversaciones, en los chats, en las series de televisión o en los mensajes a móviles. «Todos hemos tenido que pararnos más de dos veces a leer» algún SMS; mensajes «que están llenos de abreviaturas», ha manifestado la Princesa, quien recordó que también fue necesario descifrar en el monasterio adyacente de Suso el Códice 60, el primer documento escrito de nuestra lengua.

El presidente del BBVA, Francisco González, ha considerado, por su parte, que el español es de los jóvenes «porque son los que van a determinar su destino, los que harán que siga siendo una lengua viva o vaya en retroceso ante el avance de otras lenguas».

Para González, es necesaria «la flexibilidad para adaptarse al cambio, manteniendo la esencia del idioma»; al mismo tiempo, consideró clave incidir en la calidad de la educación y defender el prestigio del español para asegurar su supervivencia y su presencia en la sociedad del conocimiento.

Alex Grijelmo, presidente de la Agencia Efe -medio patrocinador junto con el BBVA de Fundéu- ha afirmado, por su parte, que al reflexionar sobre el lenguaje, «más importante que tener razón es tener un debate», e introdujo un elemento de reflexión esencial en en las jornadas: «Nos interesa el lenguaje de los jóvenes porque nos interesa su pensamiento», ya que «si disponemos de mas palabras, de más ideas, podremos razonar mejor».

El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, consideró que «la libertad hace que los jóvenes adapten el lenguaje, desde las pandillas a las tribus urbanas», y con ello «empieza a aparecer una pobreza de expresión preocupante». En este sentido, advirtió que «una norma léxica será siempre necesaria; sin ella la lengua dejaría de ser un instrumento de comunicación».

Miedo a los SMS

La lección magistral estuvo a cargo del escritor José Ángel Mañas, quien ha reclamado que se deje a los jóvenes «experimentar» con el lenguaje para luego «cribar» y «fijar» lo que merece respetarse.

«Sí a los nuevos vocablos, no a los leísmos y laísmos, puesto que no distinguir entre el pronombre en dativo y en acusativo es un lastre para el pensamiento, mientras que tener más palabras y expresiones supone un incremento de las tonalidades de nuestra paleta lingüística», argumentó.

«Instintivamente nos dan miedo los anglicismos o la ortografía del SMS, pero ya ni comprendemos la ortografía del siglo XV y en fonética ya nadie pronuncia las uves como fricativas», ha asegurado Mañas, quien se ha cuestionado sobre «si hay tanta diferencia entre esos cambios y los actuales».

El escritor madrileño, autor de 'Historias del Korenen', ha insistido en «aceptar» todo que en el lenguaje juvenil suponga «riqueza, nuevos matices, polisemia» y «luchar contra lo que suponga pobreza o imprecisión lógica; ser flexibles con el léxico e inflexibles con la gramática, abrir las puertas a la invención y cerrárselas a la imprecisión».

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