Mejorar la seguridad en la bici desde la ciudad

Según las estadísticas, son cerca de 9 millones de personas las que recurren a la bicicleta como forma habitual de moverse por la ciudad. Y podrían ser más si percibieran más seguridad al pedalear. Lo dicen encuestas como la de Ipsos, a la que da difusión la Federación Ciclista Europea. Este estudio refleja que el uso de la bici para la movilidad cotidiana es mayor en lugares donde se ve como un modo de transporte seguro. En la misma línea apuntan los datos del 'I Estudio sobre seguridad vial en las ciudades realizado' por Midas, cadena especializada en el mantenimiento del automóvil, que pone de manifiesto que todavía queda mucho camino por recorrer, ya que el 67,8% de los ciudadanos considera que su ciudad no es segura para recorrerla en bicicleta.

«Para que se conviertan en el vehículo del mañana para el día a día en las grandes urbes, debemos considerar como fundamental el diseño de la movilidad de las bicis en la configuración de las ciudades», subraya José Luis Penelas, catedrático de Arquitectura de la Universidad Europea y especialista en movilidad ciclista. «Si las urbes se adaptan a este perfil de movilidad llegarán a acelerar esa transición del transporte hacia cero emisiones».

Penelas considera que los sistemas actuales de diseño urbanístico de las ciudades se han quedado obsoletos y sostiene que para que un lugar se considere amigo de las dos ruedas «debe incorporar en su diseño una integración completa y total de sus infraestructuras para lograr que todas las áreas sean accesibles por medios de transportes no motorizados, así como su integración en los edificios, parques, avenidas y vías de circulación, dándoles preferencia».

Ejemplos de esto los podemos encontrar ya en Vitoria, Sevilla, Valencia, Barcelona y San Sebastián, que lideran la lista de las mejores ciudades en las que circular en bicicleta en España, según un análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que salen peor paradas Madrid, Málaga, La Coruña, Córdoba o Bilbao. La escasa conectividad y una red poco tupida es el principal problema que presentan estas últimas.

Mejorar la comodidad y la seguridad de los carriles para bicicletas y adaptar las infraestructuras de carretera se antoja fundamental para los expertos que apuestan por la bici. En este sentido, las vías deben evitar estar interconectadas para que no haya puntos de cruce de peligrosidad y de alto riesgo. «La ubicación actual de los carriles al lado de la carretera es posiblemente la solución que se improvisa por falta de espacio, pero no es lo más seguro», destaca el catedrático de Arquitectura. Quien advierte de que la anchura de estos carriles es insuficiente para absorber el creciente volumen de bicicletas que circulan por ellos. «Estas vías tienen la obligación de ser más seguras, contando con elementos de separación verticales con las carreteras y, siempre que se pueda, a otro nivel (no pegados a los coches), lo que implicaría una mayor inversión pero redundaría sin ninguna duda en la salud y en la seguridad de todos los ciudadanos».

Para que la seguridad vial sea siempre protagonista, los expertos citan algunas claves para circular de forma adecuada. Lo primero es tener claro la importancia de que los demás conductores sepan qué vas a hacer, así que señala siempre tus cambios de carril o giros hacia otra calle mediante luces o con tus propias manos, planifica tu viaje, busca calles tranquilas y sin muchos carriles, evitando las grandes avenidas. Del mismo modo, se recomienda tener cuidado para no acercarse en exceso a furgonetas y autobuses, ya que estos vehículos tan grandes no ven siempre bien a las bicis. Por otro lado, está prohibido el uso del móvil y de auriculares al circular sobre dos ruedas, y una cosa que a muchos se les olvida: hay que respetar todas las señales (semáforos, stop, ceda el paso, velocidad limitada...).