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Probamos el Google Pixel 9a: la mejor calidad-precio con un arma secreta

La empresa del buscador se acuerda de las personas que no están dispuestas a gastarse más de 1.000 euros en un smartphone

Martes, 10 de junio 2025, 19:55

Google lleva ya años haciendo las cosas muy bien como fabricante de teléfonos móviles. Sus Pixel miran de tú a tú a los iPhones de Apple y a los Galaxy S de Samsung. Pero, por si fuera poco, la empresa del famoso buscador también se acuerda de las personas que no están dispuestas a gastarse más de 1.000 euros por un smartphone. De ahí que el Pixel 9a fuera uno de los más esperados por su excelente relación calidad-precio. Ahora bien, ¿merece la pena comprar este celular de gama media teniendo en cuenta los sacrificios que conlleva en relación a sus características técnicas? A continuación, trataremos de solventar esta duda a través del análisis de un modelo que guarda muchas similitudes con su hermano mayor que ya desgranamos aquí.

Diseño: ¿dónde he visto antes este móvil?

En su momento, ya dijimos que Google había decidido realizar algunos retoques en el diseño de sus nuevos Pixel 9. El resultado fue bastante curioso: prácticamente era un calco de los últimos iPhones con sus líneas rectas de aluminio con bordes redondeados. Este hecho no tiene por qué ser considerado algo negativo. Nadie puede negar que los teléfonos de Apple son bonitos y seguir su hoja de estilo no hace más que convertir a estos teléfonos en un producto más atractivo.

Eso sí, por detrás se incluía una nueva versión de su emblemático módulo horizontal para sus cámaras que es lo que le hace diferenciarse de los productos de la manzana mordida. Curiosamente, y en el caso de este Pixel 9a, esta banda para sus dos lentes no sobresale y se queda dentro de su parte trasera. Por una parte, es una buena noticia porque así se evita el molesto balanceo cuando posamos el celular en una mesa, aunque lo cierto es que pierde un poco de personalidad. Cuestión de gustos.

Por lo demás, tenemos una medidas muy contenidas que hacen que sea especialmente cómodo llevarlo en el bolsillo y sostenerlo con una sola mano: 154,7 milímetros de alto, 73,3 de ancho, 8,9 de grosor y un peso de tan solo 185,9 gramos. La parte trasera, al ser de plástico, hace que el móvil no resbale en las manos, lo que es una excelente noticia para los que no les gusta tapar sus teléfonos con una funda. Y la verdad es que merece la pena prescindir de ella en el día a día porque los colores disponibles para el terminal -lila, rosa, crema y negro- son muy atractivos.

Pantalla: calidad garantizada con un gran pero

En la gama media, es ya casi imposible encontrar un móvil con una pantalla mediocre. Y este Pixel 9a no es una excepción: buena representación de los colores, gran contraste y calidad de imagen en todos los ángulos de visión. Nos encontramos con un panel OLED de 6,3 pulgadas, con resolución FullHD+ (2.424x2.424 píxeles) y compatibilidad con HDR . Y, como no podía ser de otra forma, tenemos una tasa de refresco de hasta 120 herzios. Eso sí, cuidado porque no es adaptativa y por definición está configurada en 60 hz. Si lo dejamos así, se resiente un poco la fluidez en el scroll a la hora de, por ejemplo, navegar por Internet. Mejor optar por el tope permitido, aunque eso implique un mayor gasto energético. Parece otro teléfono.

Sobre su brillo, no es de los mejores pero tampoco de los peores. Contamos con hasta 1.800 nits, con pico máximo de 2.700 en exteriores. Esto permite usar el móvil a plena luz del sol sin problemas durante unos segundos, aunque la visualización palidece, y nunca mejor dicho, respecto a otros terminales del mercado. Por cierto, los niveles de la configuración de brillo automático me han parecido un poco bajos respecto a sus hermanos mayores, como si se tratara de un recurso algo forzado para ahorrar batería. He tenido que retocarlo en más de una ocasión para aumentarlos, incluso estando dentro de casa.

Pero lo que verdaderamente hay que criticar a Google en este apartado son los generosos marcos con los que cuenta esta pantalla para que tengamos claro que hemos comprado un móvil de gama media. En ese sentido, los de Mountain View podían haber estrechado un poquito más estos biseles, sobre todo teniendo en cuenta lo que hace la competencia en este rango de precios. Nada preocupante, pero sí que merece la pena mencionarlo.

Sobre su capa de protección, contamos con Corning Gorilla Glass 3, una de las mejores versiones del mercado que nos salvará de arañazos indeseados y más de un desperfecto por caídas varias. Y el panel también cuenta con un sensor de huellas óptico que funciona bien, pero que se queda muy lejos de la rapidez de los ultrasónicos presentes normalmente en los móviles de gama alta. Algo importante, teniendo en cuenta que el desempeño del reconocimiento facial deja bastante que desear si lo comparamos con el de los iPhones.

Procesador: un viejo conocido

No vamos a explayarnos mucho sobre el tema del procesador del Pixel 9a, porque es exactamente igual que el de sus hermanos mayores. Como siempre, sensaciones encontradas. Su rendimiento palidece si lo comparamos con los que montan el resto de móviles punteros. Pero lo cierto es que, en este caso, no desentona con lo que se ofrece en la gama media. Al contrario, las capacidades de este Tensor G4, diseñado por la propia Google y fabricado por Samsung, son muy buenas. En ese sentido, la fluidez del sistema está más que garantizada tanto a la hora de ejecutar todo tipo de aplicaciones como juegos, siempre que rebajemos un poco sus configuraciones máximas, pasando por las funciones de Inteligencia Artificial.

Eso sí, a saber si sus 8 GB de memoria base no se quedan cortos en un futuro, sobre todo en lo relacionado con la IA, con las sucesivas actualizaciones de sistema, hasta siete según la nueva política de los de Mountain View para incrementar la vida útil de sus teléfonos como hace Apple. Y otra cosa importante a destacar: apenas se calienta, algo que se agradece, salvo a la hora de ejecutar videojuegos con mucha carga gráfica. Sobre su disco duro, partimos de los 128 GB, una cifra que ya se ha quedado corta. Mucho más interesante es su versión de 256 GB, pero, claro, ya es un poco más cara.

Batería: su arma secreta

E.C.

Esto si que no nos lo esperábamos. Google ha querido dar la sorpresa montando en su móvil más asequible, y además de un tamaño tan contenido, la batería de mayor capacidad de toda la gama. En concreto, 5.100 mAh. Para que nos hagamos una idea de lo importante de esta decisión, el Pixel 9 XL Pro, su tope de gama, cuenta con 50 mAH menos. Esta mayor densidad, en un teléfono mucho más pequeño que su buque insignia, provoca que no tengamos problemas energéticos a la hora de llegar al final del día.

Lo normal es acabar con el 40-30%, dependiendo del uso que hagamos del móvil. En total, más de 6 horas de pantalla. Está muy pero que muy bien. Eso sí, como nota negativa, tenemos una carga bastante lenta para lo que se estila en estos momentos: tan sólo 23 Watios. En total, necesitamos casi 90 minutos para cargar por completo el teléfono desde cero. Por vía inalámbrica, contamos con tan sólo 7,5 W, lo que relega esta opción a la carga nocturna. Y, como suele ser habitual ya en el sector, la caja de embalaje carece de cargador, lo que provoca que tengamos que pasar por caja otra vez si carecemos de él. Un incordio.

Software: apuesta total por la IA con recortes injustificables

Como no podía ser de otra forma, el Pixel 9a llega con Android 15, la última versión del sistema operativo de Google, al igual que sus hermanos mayores. Nada que objetar. Un sistema en el que la Inteligencia Artificial está cada vez más presente gracias a Gemini, reconvertido ya en el asistente casi por defecto del teléfono. No obstante, llama mucho la atención que algunas de las características presentes en el resto de la gama no se encuentren en este teléfono, sobre todo teniendo en cuenta que contamos con el mismo procesador y una aceptable memoria base. De esta forma, nos quedamos sin poder generar imágenes a través de fotos o la organización inteligente de capturas de pantalla. Tampoco, y esto es especialmente doloroso considerando su importancia en situaciones de emergencia, las llamadas SOS por satélite.

De nuevo, nos encontramos con un recorte de funciones totalmente artificial para diferenciar a los teléfonos de gamas distintas. Pero no todo está perdido. Contra todo pronóstico, está disponible el ya popular 'inclúyeme', que permite que la persona que saca la foto pueda salir en una instantánea grupal gracias a la magia de la IA. E igualmente tenemos 'Pixel Studio' para hacer stickets y dibujos. También contamos con el famoso 'rodea para buscar' al que poco a poco se le van agregando funciones como traducción o búsqueda de canciones. Y, claro, Gemini Live, la versión que permite charlar con el asistente casi como si fuera un ser humano, además de funciones que, gracias a las cámaras, le permiten analizar nuestro mundo real.

Cámaras: la magia de un buen procesado

Hablando de cámaras, es imposible referirse un teléfono Pixel sin ensalzar sus cualidades fotográficas. Y este Pixel 9a no es una excepción. Y es que se trata de un teléfono alejado de la gama alta. Pero pese a quedarse sin un zoom óptico, el postprocesado permite hacer magia incluso en los sensores más humildes. Y tan poco está tan mal la cámara principal con sus 48 MP, estabilización óptica (IOS) y enfoque automático. Gracias a sus óptimas características técnicas, es prácticamente imposible hacer una mala foto. Durante el día, y con buenas condiciones de luz, parecerá que tenemos un teléfono mucho más caro. Fotos con colores muy naturales, con una gran nitidez y un HDR muy llamativo que se comporta a la perfección incluso en las tomas con grandes contrastes entre sol y sombra sin llegar a caer en la saturación de los elementos más luminosos.

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Su apertura focal de 1.7 hace posible que las fotos de noche o en entornos oscuros sean espectaculares. De nuevo, parecen de un teléfono mucho más caro. Apenas hay grano y el ruido está de lo más contenido, además de sacar luz de donde no hay sin que la escena resulte artificial. También merece la pena destacar que en esas circunstancias los rostros de los fotografiados presentan colores naturales en el tono de la piel, no hay artificios provocados por los destellos de las farolas y el color cromático huye de las tonalidades artificiales que pueden arruinar una buena fotografía.

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La segunda lente de su parte trasera es un gran angular. En esta ocasión, se ha optado por un sensor de 13 MP con apertura f/2.2. Como no podía ser de otra forma, las fotos con este objetivo pierden un poco en relación a la cámara principal, tanto de día como de noche, pero sin llegar a ser algo especialmente notorio. De nuevo, gracias al postprocesado, son fotos perfectamente válidas para subirlas a las redes sociales con lo que merece la pena recurrir a este sensor cuando queramos dotar a nuestras capturas de un toque dramático. Y no todos los móviles pueden decir lo mismo.

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Y donde realmente nos damos cuenta de que se trata de un teléfono de gama media es en la ausencia de un zoom óptico. Al contar con 48 MP de resolución, podemos tener un 2X sin pérdida. A partir de ese momento, sólo podemos aspirar a un 8X digital como máximo. Eso sí, las instantáneas tienen un nivel de detalle bastante bueno, por lo que muchas veces nos harán un apaño a la hora de acercarnos a personas o elementos que estén un poco lejos de nuestra posición, como se puede comprobar a continuación.

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Sobre su cámara delantera, se encuentra en lo que nos podemos encontrar en móviles de este rango de precios. Sus 13 MP con apertura f/2,2. no deslumbran, pero eso no quiere decir que sea mala. Permite hacer selfies y vídeos de los más resultones en casi todas las circunstancias lumínicas. Se echa en falta una mayor resolución y nitidez, pero cumple de sobra con la función de capturar fotos para las redes sociales, sobre todo a la hora de sacar fotos en modo retrato. El bokeh es natural y los resultados son muy satisfactorios. Y un aviso importante: la Pixel Cámera carece de modo manual en este modelo. De nuevo, un recorte muy difícil de defender.

E.C.

Conclusiones: excelente relación calidad-precio

E.C.

Como suele ser habitual tratándose de un teléfono 'made in Google', es muy complicado no recomendar este Pixel 9a. Eso sí, no nos olvidemos que, pese a contar con el mismo procesador de sus hermanos mayores, sigue siendo un gama media. Por tanto, hay algunos peajes que pagar como un menor brillo en pantalla, un conjunto de cámaras más modesto y recortes de funciones de Inteligencia Artificial difíciles de defender. En todo caso, se trata de un gran smartphone con una excelente relación calidad-precio. Con un coste de 500 euros, sus principales rivales son, curiosamente, los Pixel del año pasado. Ahí es el usuario el que debe valorar si optar por este modelo y sus siete años de actualizaciones o por unas mejores prestaciones donde este teléfono más flojea.

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