Cada vez más innovadores

Pasan las semanas y los proyectos de los participantes en la séptima edición de STARTInnova empiezan a coger velocidad de crucero. Con la idea de negocio ya consensuada, los grupos empiezan a enseñar sus cartas para tomar buena nota de las sugerencias que les dan sus respectivos mentores. El parón navideño está a la vuelta de la esquina y marca el principio de la cuenta atrás para presentar las propuestas en un concurso cada vez más reñido, así que cualquier aportación o crítica (constructiva, se entiende) es bienvenida.

Esta vez han sido los estudiantes del colegio El Regato, el Instituto Municipal de Formación Profesional Básica de Portugalete y el Centro de Formación Somorrostro los que se han reunido con sus mentores. Los primeros, tienen como consejero al Ayuntamiento de Barakaldo, cuya máxima responsable ya es una experta en estas lides. «La verdad es que cada vez veo proyectos más originales, de mayor calado social y, además, cada vez mejor armados. Algunos necesitarían muy pocos detalles para ponerse en marcha», reconocía feliz la alcaldesa Amaia del Campo, ante la tutora de los jóvenes, Arantza Basurko, y la directora del centro, Adelaida Tellitu.

Y lleva razón. Los chicos del grupo BTH proponen la creación de una aplicación que de un sólo vistazo nos permita conocer todos los transportes públicos de una ciudad o municipio y las mejores combinaciones en función de nuestro lugar de destino. Ah, los pagos de estos transportes se podrían realizar desde la propia app. Para quienes a pesar de tantas facilidades se resistan a abandonar el vehículo particular, las chicas de Venture Park les ofrecerán otra aplicación para, mediante geolocalización, ayudarles a encontrar aparcamiento.

Por otra parte, los componentes de Basoa proponen crear una empresa que ofrezca diseños innovadores e incluso personalizados que fomenten el uso de productos de usar y tirar como vasos, cubiertos y platos realizados con materiales alternativos al plástico. También se han fijado en el 'menaje' sus compañeros de Chismoteka, aunque ellos han pensado más en el que se ofrece en txosnas y discotecas; quieren producir vasos biodegradables con una peculiaridad: en su composición introducirían reactivos que nos alertarían de la presencia de droga en nuestra bebida.

También son biodegradables las urnas de cremación pensadas por la chavalería de Second Chance. Ellos nos proponen olvidarnos de los cementerios al uso y pasar la eternidad no en un bonito paraje del que, literalmente, seamos parte. Junto a nuestras cenizas en las urnas depositarán semilla que, con el tiempo, den nueva vida al paisaje .

Finalmente, los chicos de Mandoro proponen fabricar pulseras geolocalizables para que las personas con problemas de salud puedan avisar a los servicios de emergencia de una manera rápida y sencilla. Además, las pulseras servirían para que, a través de una app, los familiares puedan localizar al usuario en cualquier momento.

El siguiente mentor en oír a sus chicos fue el Ayuntamiento de Portugalete, cuyo alcalde, Mikel Torres, visitó del instituto municipal de formación profesional básica de la localidad jarrillera. «Para que una idea triunfe antes hay que tener diez que fracasan, así que pelead e insistid», les pidió mientras Elena Sánchez, Francisco Manuel Gallego y Patricio Romero, sus profesores, asentían. Los alumnos de este centro también mostraron un claro interés por los temas sociales, y lanzaron propuestas como crear una empresa que acuda a los institutos a dar charlas de concienciación sobre desigualdad y preste apoyo a quienes hayan sufrido estas situaciones (The Gamm) o acudir a los centros de trabajo para hacer lo propio con el 'mobbing' (Bubble); prestar servicios a domicilio a discapacitados o mayores con problemas de movilidad (4:20); ofrecer actividades de ocio innovadoras para la tercera edad (Los Teletubbies); crear un servicio a domicilio de peluquería y maquillaje a partir de productos ecológicos (Sugar Free) o, finalmente, diseñar y producir baterías autorrecargables para vehículos profesionales, como plantearon Los Tuercas.

Los últimos en acercarse a su empresa mentora fueron los alumnos del Centro Somorrostro y su tutora, Virginia Mondragón, que acudieron a la sede de Lurpelan para escuchar los consejos de su director general y su director técnico, Silvestre Villa y Jonathan González. Allí, los chicos de Inspectah Designers explicaron cómo sería el sistema elevador ligero, plegable y barato que han diseñado para levantar y mover a una persona mayor o con movilidad reducida. Tras ellos, Los Dalton propusieron crear instalaciones portátiles (cabinas tipo container) que lo mismo servirían como oficina de atención al público en un festival de música que como hospital de campaña en una catástrofe humanitaria y que se montarían a partir de panales individuales, lo que simplificaría su transporte y almacenamiento frente a las actuales soluciones modulares.

Sus compañeros de Euskal Design Team estudian las posibilidades de instalar en las carreteras -o túneles, por hacer un guiño a la empresa mentora- paneles cubiertos de dióxido de titanio que captarían las emisiones de CO2 del tráfico y ayudarían a mejorar la calidad del aire. Y para acabar, un final por todo lo alto: los chicos -y la única chica participante en este centro- de Diseinu-A , que plantean crear módulos espaciales para la recogida satélites que aún están en órbita pero que ya no se emplean. «Son buenas ideas, algunas más realizables que otras, pero en todos los casos lo fundamental es ofrecérselas al cliente óptimo», les aconsejaron Villa y González.