Tragedia en Urbasa

Relato de un fin de semana que acabó en tragedia: Txetxo se tiró al vacío con su hijo de 7 años en Urbasa

Estella se tiñó de luto este martes tras confirmarse los malos presagios sobre la desaparición de un padre y su hijo de 7 años. La Guardia Civil hallaba a primera hora de la mañana los cuerpos de ambos en la Sierra de Urbasa, después de que, según las autopsias preliminares, el progenitor, Txetxo Apestegui, natural de Burlada pero vecino de Igúzquiza de 54 años, se lanzara al vacío desde el Balcón de Pilatos con el pequeño en brazos, en un caso que se investiga como violencia vicaria (hacer daño a exparejas a través de los hijos).

La pareja llevaba dos años y medio separada. Una situación que, según fuentes de su entorno, el hombre no llevaba bien. Entre ellos no existían denuncias. Durante el fin de semana, el menor estuvo con su padre y participó con normalidad en el partido de fútbol con el equipo en el pequeño jugaba, el club Arenas de Ayegui. También tuvo contacto telefónico con la familia materna el mismo domingo por la noche. Aparentemente, todo iba bien.

La tarde del lunes, cuando la madre, muy conocida en Estella por regentar una peluquería, fue a buscarlo a clase -cursaba 2º de Primaria en la ikastola Lizarra-, descubrió con sorpresa que el niño no había acudido ese día. Intentó comunicarse con su expareja por si el menor se hubiera puesto enfermo, pero no logró dar con él. Como no lo consiguió, decidió presentar una denuncia ante la Guardia Civil de Estella. Entonces se activó una intensa búsqueda. Además de la Guardia Civil, en las labores de rastreo participaron dotaciones de bomberos de los parques de Cordovilla y Estella, Policía Foral, Guarderío de Medio Ambiente y Cruz Roja, así como el GRT de Bomberos con los drones y el grupo de Perros.

La policía descubrió que el hombre no había ido a trabajar ese lunes a la mañana a la empresa de reformas de construcción y fontanería. Debido a su estado anímico y sus antecedentes autolíticos -intentos de hacerse año a sí mismo-, alguno cometido en la misma zona de búsqueda en Urbasa, un familiar decidió acudir a una zona próxima al Balcón de Pilatos, un mirador en el borde sur del parque natural, con una caída de unos 300 metros.

Fue allí donde, según recoge el Diario de Navarra, descubrió aparcada su furgoneta blanca. Estaba abierta y tenía las llaves puestas. En su interior se encontraba abandonado el teléfono móvil (de ahí la ausencia de respuesta a las primeras llamadas), y la ropa de abrigo.

Tras una búsqueda nocturna ininterrumpida con perros y drones con cámara térmica, un helicóptero avistó sobre las ocho de la mañana ambos cuerpos bajo el barranco. Se encontraban en una zona agreste, de muy difícil acceso a pie. Fueron rescatados por los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña GREIM de Navarra.

Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde se les practicó la autopsia. Los resultados preliminares revelaron que los cuerpos de padre e hijo no tenían rastros de tóxicos, y en cuanto al menor no presentaba signos de haber sufrido asfixia o estrangulamiento. El fallecimiento se debió a los traumatismos sufridos durante la caída. Y como el menor tenía menos golpes en su cuerpo, una de las conclusiones preliminares de los forenses es que el padre saltó con él en brazos, lo que habría amortiguado los impactos de la caída.

La investigación corre a cargo de la Guardia Civil y se encuentra judicializada en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Estella. No se encuentra bajo secreto de sumario y a través de los testimonios de allegados y otras pruebas se trata de averiguar qué ocurrió en las horas previas. Tras conocerse el desenlace, el Gobierno de Navarra facilitó apoyo psicológico a los allegados de los fallecidos.