«Esto es un caos. Es inconcebible que no nos hayan dejado pasar ni a los que íbamos a solo 40 kilómetros»
Camioneros atrapados en la frontera de Biriatou critican el cerrojazo de la muga y la falta de flexibilidad hacia quienes no tienen que pasar por la zona del incendio en Las Landas
miguel ángel mata
Jueves, 11 de agosto 2022, 13:19
«Esto es un caos. Es inconcebible que por un incendio a más de 200 kilómetros de la frontera no nos dejen pasar ni a ... los que nos quedamos a 40». José Borja es un transportista de Madrid que conduce un tráiler portacoches con destino Tarnos, localidad limítrofe con Baiona, por lo que no va a llegar a la zona del gran incendio en Las Landas que ha provocado el cierre a camiones del paso fronterizo de Biriatou. Ni siquiera llegará a la salida 9 de la A-63, la autopista que conduce al norte de Francia, desde donde está cortada la circulación para todo tipo de vehículos hasta Burdeos por precaución. «Es que ni siquiera te dan opción a explicarte. Con repetir 'fermé, fermé' (cerrado en francés), los gendarmes lo solucionan todo».En situación parecida se encuentra Ángel Pérez, un cordobés que lleva material de construcción a Tarbes, por lo que a la altura de Baiona debería desviarse hacia el este, alejándose de la zona problemática. «Mi ruta va por la A-64 hacia Toulouse, lejos del incendio. De hecho, es la ruta alternativa que están dando en Francia a los compañeros que llegan desde al norte a Burdeos y allí se encuentran con la A-63 cerrada. No comprendo por qué no se permite lo mismo en sentido contrario».
Ambos comparten indignación en el polígono de transportes Zaisa, donde temen tener que pasar todo el día hasta que se reabra la frontera. El miércoles el paso fronterizo se cerró a primera hora de la tarde y no se reabrió hasta las 21.30, para volver a cerrarse esta jueves por la mañana a a las 7.00. En principio, hasta las 22.00 horas.
Ángel el cierre de la frontera le cogió el miércoles ya en Gipuzkoa. En Biriatou hubo de dar media vuelta hacia las siete de la tarde y pasar la tarde y la noche en la nueva zona de descanso para transportistas de la AP-8 en Oiartzun. A pesar de estar en una área específica para transportistas, denuncia que nadie le informó de que la frontera se volvía a cerrar a las 7 de la mañana. «Ayer llamé a Tráfico y sí me dijeron que el paso se reabriría a las diez de la noche, pero no que la idea era volver a cerrarla hoy. Así que decidí quedarme ya a dormir y salir por la mañana. He salido a las 6.30, pero con las colas que ya había, para cuando he llegado al peaje de Biriatou eran ya más de las siete y no me han dejado pasar. Otro día perdido», lamenta.
A José el cierre le pilló en Pamplona. «La Guardia Civil me desvió a un polígono y he tenido que pasar la noche allí. Me avisaron de que si continuaba hacia Gipuzkoa se me multaría». Como Ángel, tampoco sabía que la muga volvería a cerrarse esta mañana. «He salido a las 7.30 y no he visto ningún cartel o señal informativa hasta que ya estaba a 20 kilómetros de aquí. Si lo llego a saber me quedo en Pamplona», lamenta. Enumera la sucesión de trabas y problemas que sufren los camioneros (precios de carga a la baja, subida del gasóleo, peajes, cierres de carreteras solo para ellos...). «Somos los últimos siempre», clama.
La ruta alternativa
El enfado sube varios tonos cuando aparece Iván Paredes, un compañero de Benidorm que subió fruta a Burdeos y está de regreso transportando paquetería hacia Madrid. «He circulado esta noche por la ruta alternativa desde Burdeos (A-62, A-65 y A-64) y no he visto el fuego, por lo que entiendo que la ruta es segura. No entiendo por qué no permiten pasar y hacer ese mismo recorrido de sur a norte», apunta. Ha salido a las 4.00 horas y no se ha encontrado excesivo tráfico de madrugada por esa vía alternativa. «Eso sí, muchos compañeros parados en arcenes y áreas de servicio». A pesar de esa aparente facilidad, explica que coger esta ruta «supone dos horas más de trayecto, unos 60 litros más de gasóil (unos 120 euros), y más peajes. Tal y como están las cosas, es para pensárselo aunque dejase pasar».
El operativo especial que se monta cuando se cierra Biriatou va más allá de Euskadi y Navarra. A Svetozar Todorov, un búlgaro asentado desde hace 22 años en España, la Guardia Civil le paró el miércoles en un control instalado en Rubena (Burgos) hacia las seis de la tarde. Él, que transporta un camión cisterna cargado con etanol de Salamanca a Burdeos, sí estaba informado del cierre de la frontera entre las 22.00 y las 7.00, por lo que tras descansar en Rubena ha salido esta madrugada hacia las 3.00 horas con idea de llegar a tiempo. También era consciente del cierre de la N-I para camiones en Tolosa por las obras que se están llevando a cabo. Por lo tanto, conocedor de que en Olazagutia debía desviarse hacia Irurtzun y, de ahí, llegar a Gipuzkoa por la Autovía de Leitzaran (A-15). Como un reloj, ha llegado al peaje de Irun «a las 6.45», pero la retención que ya había en las inmediaciones de Biriatou ha hecho que le dieran las 7.00 y se haya encontrado el paso cerrado «por unos pocos minutos».
Quien ha tenido más suerte (o previsión) ha sido Fernando Pérez, sevillano que lleva detergente a Bélgica. Se encontró la frontera cerrada el miércoles a las 15.00 horas. Tras pasar la tarde y el comienzo de la noche en el área de Oiartzun, ha salido a las 5.00 de la mañana, por lo que ha podido pasar. Admite por teléfono desde Burdeos que sí sabía que el peaje se cerraría a las 7.00. «Podías haber avisado, mal amigo», le reprocha en tono jocoso Ángel, con quien mantiene la conversación y con quien coincidió en el área de Oiartzun. «Supuse que también lo sabías», se defiende Fernando quien también censura que «yo porque me enteré, pero es cierto que en la zona de descanso no vi ningún panel o cartel informativo, y no lo he visto hasta la misma frontera».Como Iván pero en sentido contrario, ha tenido que seguir el desvío por Toulouse, encontrándose «un reguero de compañeros parados en el arcén y las áreas de servicio y descanso».
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