«Tengo el piso arrasado y los muebles derretidos por una bengala o un cohete»
La vecina de la vivienda más dañada por el incendio en Rentería esta Nochevieja asegura estar «destrozada, no me lo podía creer»
Miguel Ángel Mata
Miércoles, 3 de enero 2024, 07:12
«Fue después de las campanadas cuando nos llamaron avisándonos de que nuestro piso se estaba quemando». Con la voz aún entrecortada por la congoja, ... Sheila Santiago, la vecina del 13º C del portal número 4 de la calle Sorgintxulo -el piso más afectado por el incendio que se produjo en Nochevieja en ese bloque del barrio de Capuchinos de Rentería como consecuencia del lanzamiento de un artefacto pirotécnico-, relataba ayer ante los medios de comunicación el terrible impacto que le produjo ver cómo ardía su casa de madrugada y, horas después, comprobar cómo había quedado el interior.
«Cuando subimos al piso no me lo podía creer. Estaba todo quemado, los muebles derretidos... La parte de la casa que peor está es la de delante. La trasera se ha salvado algo más, pero aun así...», se lamentaba. «Algunos objetos personales se pueden salvar, pero otros de personas que ya no están no los voy a poder recuperar, y es lo que más pena me da», decía ayer al mediodía en el portal del edificio tratando de contener las lágrimas.
El Ayuntamiento confirma que ni siquiera el piso más afectado por las llamas sufre daños estructurales
Tras el incendio, la mujer no pudo visitar su vivienda hasta el lunes al mediodía, pues los bomberos recomendaron que por precaución no accediera a ella al mismo tiempo que el resto de vecinos. Fue la única que hubo de esperar una vez sofocado el fuego. Los demás residentes sí pudieron regresar escalonadamente a sus domicilios entre las 2.15 y las 3.30 de la madrugada.
Ayer volvió a acudir junto al arquitecto municipal y responsables del Ayuntamiento para realizar una primera estimación de los daños. Dentro de la desgracia, la buena noticia es que ese examen ha concluido que la vivienda no tiene daños estructurales, por lo que no hay peligro si se entra en ella, según informó la propia institución local en una nota. Así, aunque en estos momentos el piso no sea habitable, lo será con la necesaria reforma y actualización. Por el momento, Sheila se aloja en otra vivienda familiar.
Rememora que al llegar al lugar la noche del suceso «ya estaba todo acordonado», y explica que «al parecer, una bengala, un cohete o algo» cayó en su balcón, «donde tenía una bicicleta y un mueble donde guardo zapatos». De ahí el fuego se propagó a una habitación.
La Ertzaintza anima a los vecinos afectados por «fuego, humo o agua» a denunciar los daños
Vestida con ropa de su suegra
No había nadie en el interior del piso cuando comenzaron las lenguas de fuego, por lo que no pudo contener las llamas, como sí hicieron otros vecinos que arrojaron agua a los tenderetes para apagar la ropa que había prendido. «Estoy con la ropa que me han dejado mi suegra y mi chico», confesaba apesadumbrada. «Estoy destrozada, no me lo podía creer». A partir de ahora «será el momento de hacer gestiones con la aseguradora para calcular los daños» que el fuego ha provocado en su vivienda.
En el portal la Ertzaintza ha colocado un cartel en el que anima a los vecinos afectados por «fuego, humo o agua» a «presentar denuncia por los daños en la comisaría de Rentería», aportando «imágenes de los daños». Sheila ya lo ha hecho, como muchos otros residentes. Insiste en que «esto es una desgracia» porque es el domicilio donde se han criado tanto ella como sus hermanos, y «te acuerdas también de las personas que ya no están», y pide que cese el uso incontrolado de cohetes, petardos y bengalas. «No me puedo creer que haya gente que siga tirando bengalas, cohetes y este tipo de cosas después de lo que pasó en Trintxerpe hace diez años», remata en referencia al incendio que arrasó un inmueble en Pasaia en el Año Nuevo de 2014.
En la misma línea, el Ayuntamiento de Rentería volvió a pedir ayer, como la víspera hizo ya la alcaldesa, Aizpea Otaegi (EH Bildu), que se evite el uso de artefactos pirotécnicos. En el mismo comunicado en el que confirmaba que ninguno de los pisos presenta daños estructurales, el equipo de gobierno local recordaba que el 28 de diciembre el Ayuntamiento ya alertó a los vecinos a través de una nota de prensa de los peligros que el uso de este tipo de artefactos traen consigo, como el riesgo de lesiones para las personas, los efectos en los vecinos hipersensibles al ruido, y la posibilidad de provocar incendios.
En este sentido, recalcó que «está prohibido el lanzamiento de cohetes y petardos desde balcones y ventanas de pisos y viviendas» y recordó que la Ertzaintza mantiene abierta la investigación para esclarecer con detalle lo acontecido la madrugada del 1 de enero.
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