La intrahistoria del robo del reloj de 110.000 euros de Santiago Calatrava
Las llamadas desde un número del país helvético, la libertad del único detenido y la presencia de un presunto cómplice enturbian el caso
Ignacio Cabanes
Lunes, 11 de agosto 2025, 18:02
El robo del valioso reloj Patek Philippe de Santiago Calatrava, frustrado por la rápida reacción del yerno del arquitecto, la intervención de un policía británico ... de vacaciones y un policía de la Generalitat franco de servicio, presenta tantas fisuras como algunas de las obras del prestigioso y a la vez polémico artista valenciano. La detención y posterior puesta en libertad del hasta el momento único implicado en el robo no ha aportado masilla a las investigaciones.
Yaakoub B., un argelino de 27 años en situación irregular en el país desde su entrada en 2017, mantiene que actuó solo y que el robo del reloj, tasado en 110.000 euros, no fue un trabajo por encargo. Aunque solo quiso responder a las preguntas de su letrada y evitó así someterse a un interrogatorio más exhaustivo, primero ante la Policía Nacional -donde se acogió a su derecho a no declarar- y posteriormente ante el juez de Instrucción uno de Valencia, que se quedó con las ganas de que el tironero aclarara por qué estando ya detenido por la Policía Local de Valencia recibió más de una decena de llamadas de un número con prefijo de Suiza -país donde tiene su residencia habitual Calatrava- y otras dos de números españoles.
Los tres números, que están siendo investigados por la Policía Nacional, estaban memorizados en la agenda de contactos del móvil intervenido al arrestado con simples letras. El ladrón, con residencia en Oropesa del Mar, eludió dar explicaciones sobre los motivos de estas insistentes llamadas y por qué estaba el número de Suiza memorizado en su terminal.
El delincuente cuenta con antecedentes por delitos de hurto, robo con violencia, estafa y receptación, y tiene una orden de expulsión en vigor por encontrarse en situación irregular en el país. A su salida de los calabozos del juzgado, después de que el juez acordara su libertad con la obligación de comparecer periódicamente, le estaba esperando un supuesto primo. Yaakoub B., visiblemente contrariado por la presencia de los medios, trató de ocultar su rostro y dio un manotazo a la cámara del fotoperiodista de 'Las Provincias'.
Un regalo de sus hijos
El robo se produjo a las 20.25 horas del pasado miércoles en el cruce de la calle Conde Trénor con Muro de Ana de Valencia cuando el arquitecto valenciano, con casa en la plaza de la Virgen, se encontraba esperando un taxi junto a unos familiares. En cuestión de segundos el ladrón se le acercó y de un fuerte tirón en su muñeca izquierda se apoderó del reloj, de la marca suiza de lujo Patek Philippe. Más allá del valor económico de la joya, una edición especial tasada en 110.000 euros, es el valor sentimental que para Calatrava tiene esta pieza, un regalo de sus hijos con el nombre grabado de los cuatro.
El yerno del arquitecto valenciano, de 35 años, salió tras el ladrón al grito de: «Stop, stop thief!». A unos 80 metros, a la altura de Pont de Fusta, un policía británico en bicicleta, de turismo en la capital del Turia, se interpuso en el paso del tironero y gracias a su acción el familiar de Calatrava le dio alcance, entre los dos lo retuvieron, al tiempo que llevaba también el artista.
El ladrón ofreció fuerte resistencia e incluso trató de escabullirse saltando por la barandilla del puente, pero lograron retenerlo el tiempo suficiente hasta que llegó la primera patrulla de la Policía Local de Valencia, que se encontraba en el cauce del Túria.
El delincuente portaba en uno de los bolsillos del pantalón, escondido cerca de sus partes íntimas, el reloj de Calatrava, con la correa dañada y la pestaña del cierre rota debido al fuerte tirón. Los testigos señalan que estando en el suelo inmovilizado, se acercó un varón calvo, también de origen árabe, que trató de convencerlos para que lo soltaran. Al no lograr su propósito y ver que los agentes de la policía ya estaban llegando, este extraño sujeto se apartó y observó los acontecimientos desde cierta distancia. La Policía investiga ahora si estaba compinchado o no con el ladrón. Otra grieta más en lo que a priori parecía una instrucción menor.
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