Detenidos cuando se iban a la playa de despedida
La Policía Nacional mantenía bajo vigilancia a los cinco condenados ante el temor a que se fugaran antes de conocer el nuevo fallo
MELCHOR SÁIZ-PARDO
Viernes, 21 de junio 2019, 18:56
364 días después de salir de la cárcel, el 22 de junio de 2018, y que su excarcelación provocara una ola de indignación en toda España, los cinco de 'La Manada' volvieron a perder su libertad. La Audiencia Provincial de Navarra, el tribunal que en abril de de 2018 solo vio abusos, no quiso jugársela y ordenó la detención inmediata de los condenados antes de que se hiciese pública la sentencia.
Los arrestos, según informaron fuentes policiales, tuvieron lugar en Sevilla capital, poco después de que el juicio por los recursos por la agresión sexual de los Sanfermines de 2016 quedara visto para sentencia. El Supremo avisó a la Audiencia de Navarra que el fallo iba a ser condenatorio y muy duro y que podría haber riesgo de fuga de los condenados.
Los arrestados, explicaron estas mismas fuentes, acogieron con sorpresa su detención. De hecho, estaban haciendo las maletas para pasar el fin de semana en la playa juntos a modo de despedida, ya que pensaban que la sentencia todavía iba a demorarse días o, incluso semanas. Contaban con volver a prisión y querían disfrutar juntos de una última escapada.
La Policía en los últimos días había puesto bajo vigilancia discreta a los cinco. Ayer, a su salida de los juzgados de Sevilla a donde, como todos los lunes, miércoles y viernes, habían acudido a fichar, esa vigilancia se convirtió directamente en seguimiento estrecho a la espera de que la Audiencia de Navarra ordenara su captura y su vuelta a prisión sin dilación.
Cuatro de los violadores fueron arrestados en su casa y el quinto se entregó en la comisaría
Tras conocer la sentencia
Cuatro de los miembros de 'La Manada' fueron detenidos en sus domicilios. El primero que recibió la visita de los agentes fue José Angel Prenda. Le siguieron Alfonso Jesús Cabezudo, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil , que perderá de forma definitiva su condición de agente del Instituto Armado una vez se le notifique de forma oficial la sentencia. El quinto miembro, Ángel Boza, el más joven del grupo, fue el último en ser arrestado. Se entregó en la comisaría de Blas de Infante de la capital andaluza, a donde accedió por su propio pie minutos después de las 16.30 horas de ayer.
Desde que salieron de prisión hace casi un año, a la espera de que se resolvieran los recursos presentados por su defensa y las acusaciones, los cinco se habían refugiado en Sevilla y llevaban una vida todo lo anónima que podían, dado que sus rostros son más que conocidos.