El Ayuntamiento de Mutriku abre un expediente sancionador al chiringuito que sirvió detergente a un joven
La Ertzaintza ha puesto en marcha una investigación por un «delito de lesiones por imprudencia grave»
Martin Ruiz Egaña
Viernes, 27 de junio 2025, 18:08
El Ayuntamiento de Mutriku ha anunciado la apertura de «un expediente sancionador» al chiringuito de la playa Ondarbeltz, donde el miércoles un joven de 18 años se intoxicó ... tras beber un corrosivo detergente para lavavajillas que le sirvieron cuando pidió un mosto. Por el momento, se desconoce cómo este producto tan dañino para la salud acabó en el vaso del joven. La Ertzaintza ha abierto una investigación por «un delito de lesiones por imprudencia grave» para esclarecer los hechos.
El joven de 18 años, que permanece ingresado en la UCI del Hospital Universitario Donostia, se encuentra «estable y con pronóstico reservado». Al parecer, según relató su padre a este periódico, su hijo acudió el miércoles por la mañana junto a un amigo a practicar la pesca deportiva a Deba y al mediodía se acercaron al chiringuito a tomar algo. Nada más beber el mosto que le sirvieron y notar que ardía por dentro, el chico se acercó a la barra del local hostelero a contar lo que le estaba sucediendo y fue entonces cuando el responsable del chiringuito se percató de que en vez de mosto le habían servido un corrosivo detergente para lavavajillas.
Nada más percatarse de la gravedad de los hechos, el propio responsable del negocio ubicado a los pies de la playa de Ondarbeltz cogió al joven y lo trasladó en su vehículo particular al Hospital comarcal de Mendaro, donde fue atendido «por quemaduras internas graves».En vista de la gravedad de esas quemaduras los responsables sanitarios de Mendaro decidieron que lo mejor era trasladar a la capital guipuzcoana.
Por su parte, Bruno, el responsable del chiringuito, calificaba lo sucedido como «un desgraciado accidente» e incidió en que «ojalá» el joven elgoibartarra «se recupere bien y pronto». Según sus palabras, «habíamos echado el detergente en una botella de mosto vacía y la dejamos en una esquina de la barra con la intención de trasladarla a otro lugar». Sin embargo, precisó, «en un descuido un compañero cogió esa botella y acabó sirviendo el detergente al chico».
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