El alcalde del pueblo con mayor tasa de suicidios de España: «Muchas familias tienen este problema»
Intenta evitar más muertes, y una asociación de voluntarios quiere activar el «sexto sentido» que las frene
En Alcalá la Real se quitaron la vida 38 vecinos el año pasado. Todos hombres, menos una mujer. En esta pequeña ciudad de 21. ... 000 almas, tienen 24 suicidios por cada 100.000 habitantes en los últimos años, cuando la media española es de ocho. «Muchas familias tienen este problema o tienen casos cercanos de suicidio», dice Marino Aguilera, alcalde de este ayuntamiento de Jaén (Andalucía), que intenta «revertir esta situación con herramientas que promuevan un cambio social». Pero nunca se había hablado de suicidio, a pesar de su alta frecuencia, cuenta Aguilera. Es un «tabú». «Sobre las familias de los suicidas recae cierta vergüenza y un sentido agudo de aislamiento». Con el trabajo que desarrollan desde la alcaldía se busca, poco a poco, «normalizar» el comportamiento autolítico y sus consecuencias, «para restar tragedia al suicidio. Ahora se trata como otro tipo de muerte, gracias a una sensibilidad colectiva».
Publicidad
La mitad de las personas que se quitaron la vida en Alcalá la Real había ido a su médico de cabecera los días previos, así que la «red de protección» empieza con la atención primaria, desde los médicos hasta los servicios sociales, porque, a diferencia de los psicólogos que van y vienen, «entran en los domicilios, saben bien lo que puede aumentar una depresión y que desemboque en un intento de suicidio», sostiene Aguilera, en el foro 'Prevención integral del suicidio', en la sede del Ministerio de Sanidad, este miércoles, Día Internacional de la Prevención del Suicidio.
En España se registraron 3.846 suicidios el año pasado, once vidas menos al día, según los datos oficiales. Hay además unos 75.000 intentos. «La conducta suicida es más frecuente donde la vida es más dura», como la que tiene «gente sin vivienda, las víctimas de violencia machista o las personas con adicciones», aseguró la ministra de Sanidad, Mónica García, al inaugurar la jornada, y recomendar «perspectiva de género» porque los hombres «se suicidan tres veces más que las mujeres pero ellas cometen más intentos, por las expectativas imposibles» que se fijan. Su política, dijo, se dirige a lograr «vidas que merezcan ser vividas».
Espacios seguros
Cuando comenzaron el programa contra los suicidios en Alcalá la Real, «el principal problema de salud que tenemos», nunca antes se había pedido a la población que se implicara en algo que llevara la palabra «suicidio» en el título, recuerda Aguilera. «Acudieron personas con depresión o con familiares en situación de riesgo, las clasificamos por grupos y se les prestó atención, porque no todo el mundo quiere ir al psicólogo. Hay un rechazo social, sobre todo los hombres, al que se le impone se infalible. Creamos un espacio de atención con personas iguales a ellos, vecinos de su pueblo, de tú a tú, y también por profesionales de la Unidad de Salud Mental».
Publicidad
Como una ola, el suicidio empapa España de norte a sur. En marzo de 2017, se suicidó la hija de 14 años de Iñigo Recalde, quien entró de forma violenta en una «realidad silenciada y estigmatizada». «Soy un superviviente», mantiene, quien encontró ayuda en una asociación de voluntarios de Getxo. Ahora es voluntario de Alerta Zurt!, una asociación independiente ajena a los gobiernos locales que «visibiliza el dolor emocional y brinda apoyo para la prevención y abordaje de la conducta suicida». También buscan «activar el sexto sentido necesario para captar las señales», como despedirse de familiares y amigos y regalar sus cosas, después de un proceso de aislamiento con irritabilidad e incremento de consumo de alcohol o drogas. Si cierra sus redes sin motivo aparente o muestra hostilidad hacia sí mismo podría sufrir «dolor mental» y desesperanza y buscar métodos para quitarse la vida.
«No es lo mismo hablar de cifras sobre un papel que verlo como alguien que ha perdido a un ser querido», dice Recalde, cuya asociación ha publicado una guía de bolsillo para «usar en crisis» y que «reduce los intentos de suicidio y las hospitalizaciones», asegura. Dirigido a los que tienen el impulso de autolesionarse, les ayuda a enumerar las actividades con las que se siente mejor, las personas a las que puede llamar con su permiso, los profesionales con los que puede contar, las «buenas razones» para seguir adelante, los objetos peligrosos que tiene al alcance y cómo alejarlos, ya sea recurriendo a otra persona. «Una pequeña conversación puede salvar vidas», asegura.
Publicidad
En Alcalá la Real están en esa misión. «Comparo la salud mental con la violencia de género, porque no se arregla sólo con policías y jueces. Para ir más allá del afectado o de quien quiso suicidarse hay que conseguir que la salud mental tenga protagonismo y recursos, y que sus políticas impliquen a la población», reflexiona Aguilera. «Esto es un problema enorme que tenemos».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión