«Esta vez se ha ensayado con más gente de lo que es norma habitual»

- Yo creo que deben estar convencidos. Como profesionales sanitarios hay varios deberes fundamentales. Uno, procurar el bienestar de tus pacientes. Vacunarte para impedir enfermar y procurar la sostenibilidad del sistema sanitario. Dos, evitar el presentismo, el acudir a los centros sanitarios enfermos, donde podemos impactar en la seguridad del paciente y en su salud. Y tres, debemos hacerlo como acción ejemplarizante. Es lógico pensar que si un profesional sanitario se muestra a favor de la vacunación y accede a recibir las dosis, sus pacientes serán también proclives a recibirlas.

- ¿Hay sanitarios escépticos?

- Puede haberlos, siempre los hay. Hay de todo. Generalmente, es un grupo muy heterogéneo de personas donde las disciplinas médicas son muy variadas. Sin embargo, creo que la situación generada por el Covid-19, tanto a nivel sanitario como económico y social, es crítica y creo en el buen hacer sanitario, que es procurar la salud de los pacientes que atiende.

- Según el último barómetro del CIS, el porcentaje de personas que no se vacunarían en España ha bajado al 28%. ¿Le sigue pareciendo un porcentaje alto?

- Creo que ese tipo de encuestas están sometidas a muchos matices. No es lo mismo decir que no recibiría la vacuna porque considero que el Covid-19 no es una enfermedad grave que decir que no consideraría recibir la vacuna porque aún no se ha ensayado con muchas personas, por ejemplo. Para esta segunda cuestión, considero que a través de la formación y la divulgación de la información veraz se puede hacer frente a estas reticencias. Sabemos que las vacunas de Moderna y Pfizer se han ensayado en más voluntarios que lo que habitualmente se suele hacer con la mayoría de las vacunas y medicamentos comercializados hoy en día. Hay reticencias que se pueden combatir. En ello estamos las sociedades sanitarias.