Urkullu dice que Osakidetza debe «adecuarse para dar respuesta a las nuevas exigencias»
En el 40 aniversario del Servicio Vasco de Salud el lehendakari resalta que la sociedad está cada vez más envejecida y que la sanidad pública debe «amoldarse a esa realidad»
En el acto principal del 40 aniversario de Osakidetza, celebrado esta mañana en Vitoria, el lehendakari ha hablado del pasado, del presente y también del ... futuro del Servicio Vasco de Salud. «Enfrentamos el reto de adecuar Osakidetza para que pueda dar respuesta a las nuevas exigencias: somos una sociedad cada vez más envejecida y los servicios deben amoldarse a esa realidad», ha destacado.
Iñigo Urkullu ha recordado que «nuestro punto de partida nada tiene que ver con el de hace 40 años, no empezamos de cero» El sistema público de salud de Euskadi «es fruto del gran esfuerzo colectivo que realizamos cada día». Ese, ha indicado, debe ser el camino a seguir «con la misma ambición que hace cuatro décadas, aplicando las mismas dosis de realismo, sin exigencias desmedidas, sin catastrofismos injustificados».
El lehendakari se ha mostrado convencido de que el objetivo se va a lograr. Aunque a la ciudadanía, «diferente» la actual de la de hace 40 años, como también lo son los «retos», le ha recordado que «los recursos públicos son finitos». Eso no impide que «estemos mejorando paso a paso» con el objetivo de «trabajar día a día para que Osakidetza sea uno de los mejores servicios públicos de salud del mundo».
Urkullu ha realizado estas declaraciones durante el acto institucional por el 40 aniversario de la organización sanitaria. Una cita en la que han estado presentes los exconsejeros de Salud que durante estas cuatro décadas han tenido la responsabilidad de crear, hacer crecer y consolidar Osakidetza.
A ellos les ha agradecido la labor que, junto a sus equipos, realizaron en diferentes épocas. «Osakidetza nació como la aspiración de un país. De la ambición de la ciudadanía vasca. Del sueño de contar con unos servicios públicos que diesen respuesta a nuestras necesidades. El punto de partida no era sencillo. Euskadi partía prácticamente desde cero. Hoy destacamos y reconocemos la visión y capacidad de liderazgo de muchas personas que nos acompañáis. De vuestra ambición, voluntad y trabajo nació el Servicio Vasco de Salud», les ha dicho.
Los exconsejeros han recordado algunos de los retos y logros de sus diferentes etapas al frente de la consejería de Salud. Faltaban los fallecidos Javier Aguirre e Iñaki Azuna. Aguirre fue el primer consejero. Le siguió Ángel Larrañaga, titular de la carpeta de Salud en 1984 y 1985. «Teníamos claro que queríamos hacer un servicio público de salud para todo el mundo. Fuimos a Inglaterra para ver que es lo que se estaba haciendo allí y conocer su sistema. Entonces en Euskadi había muchas organizaciones de médicos, buena parte de ellas privadas. Los facultativos de aceptaron lo que queríamos hacer y reconocieron la necesidad de crear la organización. Hay que reconocerles su esfuerzo e implicación», recordaba Larrañaga, quien ha añadido que «con nuestros aciertos y errores conseguimos poner en marcha a Osakidetza».
De su etapa Jon Azua (1985/87) ha destacado la integración de los hospitales provinciales y de los centros psiquiátricos en Osakidetza, así como la creación del primer registro del cáncer en Euskadi o la puesta en marcha del plan de prevención del sida.
A José Manuel Freire (1987/1991) le tocó afrontar como consejero la integración del Insalud y de sus grandes hospitales (Cruces, Txagorritxu...) en Osakidetza y que el Servicio Vasco de Salud pasase de tener 4.000 a más de 20.000 trabajadores. «Construimos sobre lo que habían hecho los equipos anteriores. Había voluntad, por lo que la integración fue sencilla», repasaba. De su etapa ha destacado la creación de la cita previa -«hasta entonces había que hacer cola en el centro de salud como en la carnicería»-, la tarjeta sanitaria individual, la inclusión de la beneficencia en la sanidad pública para que se atendiese a todo el mundo o el PADI. En este punto Freire ha aprovechado para realizar una petición al lehendakari. «Por favor, mantenga la fluoración del agua. Es una medida de salud bucodental universal que llega a todo el mundo, independientemente de su clase social». Como espinita de su etapa le queda no haber asentado las bases para que la «gobernanza» de Osakidetza se realice «como lo hacen los países nórdicos, eso es algo que todavía nos falta».
Le ha seguido Gabriel Inclán (1999/2009), quien ha destacado la gran capacidad de la plantilla del Servicio de Salud. «Tenemos a los mejores profesionales», ha recalcado. De su etapa ha recordado la puesta en marcha de los institutos de investigación e innovación, como Biocruces, la informatización de la organización o la activación de la carrera profesional para solucionar la conflictividad laboral de aquel tiempo.
Rafael Bengoa (2009/2012) ha resaltado como principal propuesta de su mandato la respuesta a la cronicidad. «Es un problema que aún no está controlado y tenemos que encontrar el mejor modelo para darle respuesta», ha enfatizado. Y es que según ha destacado, actualmente el 40% de la población vasca tiene, al menos, una enfermedad crónica. Una proporción que irá a más por el progresivo envejecimiento de la población. Por ello ha indicado que «es importante no caer en la complacencia y que Osakidetza entre en una transformación profunda para que esos valores con los que nació el servicio perduren 40 años más».
Para Jon Darpón (2012/19) una de las «claves del éxito» de Osakidetza es que «se ha construido sobre el trabajo que realizaron las personas que estaban con anterioridad». El exconsejero se ha detenido en que la sociedad vasca «vive la asistencia sanitaria como algo propio, como un derecho». De ahí el arraigo que tiene el servicio de salud entre la ciudadanía. «Eso es algo que no hay que perderlo». Como hecho destacado de su etapa, además de la integración de los hospitales y ambulatorios en organizaciones asistenciales para poder tener una mayor continuidad del paciente, ha resaltado la creación de la receta electrónica. «Mejoró el proceso de prescripción, la integración de las farmacias como parte del sistema» y aportó comodidad para los facultativos y los usuarios.
Por último ha intervenido Nekane Murga (2019/2020). A ella le tocó vivir los momentos más duros de la pandemia. De aquel tiempo ha recordado el desconocimiento inicial y cómo todo se convirtió en una historia de miedo casi de un día para otro. «Recuerdo el primer día que me llamaron de un hospital y me dijeron que había un caso. Pero me dijeron que no era solo uno. Que seguramente el virus estaba ya circulando por el hospital y que habría pacientes y profesionales contagiados. Era como estar en una película sobre zombis». La exconsejera ha recordado los problemas iniciales para lograr material y EPIs, cómo tuvieron que hacer frente a aquel «tsunami» de la primera ola y ha destacado como Osakidetza multiplicó por cinco el número de sus camas de UCI y se ha emocionado al recordar dos momentos: cuando le notificaron el fallecimiento de la primera sanitaria de Osakidetza por covid, una enfermera de Galdakao, y «al ver las fotos de mis compañeras protegiéndose con bolsas de basura».
Por su parte Gotzone Sagardui, consejera de Salud desde septiembre de 2020 hasta la actualidad, ha destacado el capital humano del Servicio Vasco de Salud. «Sois miles y miles de personas las que habéis dedicado un tiempo de vuestra vida a cuidar a otras personas desde esta organización. Os que quiero extender nuestro reconocimiento y agradecimiento. Osakidetza sigue siendo un servicio de salud público, que presta un servicio universal, fue, es y será uno de los puntales de nuestro modelo de bienestar».
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