La pandemia se resiste en Euskadi y suma 1.069 positivos más
Los hospitales registran 56 nuevos pacientes en una tímida caída de ingresos, que permite aliviar en parte la presión asistencial
La pandemia se resiste a doblegarse. Euskadi volvió a registrar el miércoles 1.069 casos de coronavirus, una cifra prácticamente idéntica a la de la jornada anterior, de 1.050, que demuestra que la epidemia vasca se mantiene estática, contenida después de un ligero descenso, a la espera de que las últimas restricciones comiencen a dar sus frutos. Según informado este jueves el Departamento de Salud del Gobierno vasco, las 14.886 pruebas realizadas por Osakidetza a lo largo de la jornada arrojaron un porcentaje de positivos del 7,2%, apenas dos décimas por encima del registro anterior. Una diferencia tan insignificante que a nivel práctico carece de valor.
El mayor número de contagios se registró nuevamente en Gipuzkoa, 478 que representan 19 más que la víspera. Bizkaia, poco mejor, anotó 432, algo menos que el martes (459); y Álava cerró con 136, que suponen un incremento de 14. Las variaciones de un territorio a otro, también en este caso, se muestran poco representativas de cambio alguno.
Los 1.050 casos descubiertos en la jornada anterior situaron el porcentaje de infecciones en el 7% de las pruebas practicadas. El del martes fue el registro más bajo de este mes, pero todavía son cifras altas, a pesar de que represente una caída porcentual de 3,3 puntos con relación al 'pico' alcanzado el pasado día 7.
Uno de los indicadores más esperanzadores del informe diario que facilita Salud es el referido al índice R0, que indica la cantidad de personas que se estima que cada infectado contagia la enfermedad. Para que las cosas vayan bien ese número tiene que estar, cuando menos, por debajo de 1. Desde el pasado día 13 se encuentra en ese margen y el miércoles se situó en el 0,86.
Menos pacientes en las UCI
El mapa del covid por municipios es un reflejo de lo que sucede en Euskadi a nivel global. La incidencia de los últimos 14 días se mantiene en los 781,58 casos por 100.000 habitantes, ligeramente mejor que la víspera (799,49). Este dato permite obtener una imagen nítida de la situación real en cada territorio, que en ninguno es buena. El registro de este jueves fue de 706,13 casos por 100.000 habitantes en Bizkaia; 539,38 en Álava y nada menos que 1.040,72 en Gipuzkoa, donde se vive un fenómeno que se está dando en todo el mundo.
Las zonas que se libraron del zarpazo de la primera ola se están viendo más afectadas ahora y al revés. Eso explicaría la mejor situación de Álava y el mayor equilibrio de Bizkaia, dentro de la gravedad del proceso.
La presión asistencial en las unidades de cuidados intensivos ha caído de forma sensible. De los 146 pacientes que había el sábado se ha pasado a 133. Se trata de una disminución importante, pero al valorarla debe tenerse en cuenta que el mes anterior cerró sin que se sobrepasara la cota de los 100 afectados en situación crítica
Otro buen dato, que parece apuntar en la buena dirección, es el referido a los ingresos hospitalarios. Los centros de Osakidetza firmaron este jueves el ingreso de 56 nuevos afectados. No son pocos, pero la cifra es algo mejor a la del día anterior (76) y muy parecida a las de las jornadas precedentes, domingo y lunes, cuando también vino rondado el medio centenar diario. Supone en todo caso una caída drástica en comparación con las de la semana pasada, que contabilizó 80 y 90 casos diarios.
La epidemia vasca evoluciona de manera favorable, aunque sea muy lentamente. La situación, aún así, sigue siendo grave. Por eso en el Departamento de Salud «preocupa» el efecto que puedan tener dos momentos marcados en el calendario que llegarán en las próximas semanas. Primero el puente de diciembre y después la Navidad. Son fechas de mayor movilidad, de encuentros con familiares, con amigos. Bueno para el virus. Malo para la salud pública.
La segunda oleada no ha alcanzado la magnitud de la primera
El sistema de salud vasco resiste la segunda oleada de covid que, de momento, no ha alcanzado la magnitud de la primera. El momento más crítico del primer zarpazo se registró entre finales de marzo y comienzos de abril, cuando aún no se diagnosticaban pacientes asintomáticos. Todos eran graves. El 29 de marzo las plantas de los hospitales, públicos y privados, llegaron a su récord con 1.848 ingresos. Las UCI lo hicieron tres días después, con 232. En esta ocasión se han alcanzado los 518 atendidos en planta (9 de noviembre) y 146 en la UCI (13 noviembre). La red privada se ocupa, entretanto, de aliviar las listas de espera.