La propagación del virus: ¿Qué datos tenía el Gobierno?
Análisis ·
Estas líneas pretenden demostrar que en España, desde el comienzo de la pandemia, se han realizado estudios muy rigurosos, actualizados diariamente, sobre la propagación del ... SARS-CoV-2. Estudios que llegaban al Gobierno a través del Instituto de Salud Carlos III. Las líneas que siguen utilizan algunos resultados de un estudio -sobre la dinámica y la expansión de la epidemia del virus SARS-CoV-2 en España- realizado en la Universidad de Murcia para ese Instituto. En este, como en otros, se utilizan modelos, bien conocidos, sobre la expansión de las pandemias. La primera pregunta es: ¿Para qué sirven los modelos? Sirven para, en función de las previsiones, adelantar las medidas de control. Nos fijaremos en uno de los parámetros del modelo: el llamado número reproductivo efectivo (r). Para r menor que 1 la pandemia entra en regresión y para r mayor que 1 tenemos diferentes tipos de crecimientos.
Veamos, primero, las predicciones para después del estado de alarma. La figura (a) que acompaña este artículo, publicada en una revista internacional, refleja la predicción del modelo para después del 30 de julio. La línea gruesa son datos reales. Se puede ver que la curva epidémica crece de forma exponencial con un r superior al 1,25 (próximo al 1,4). Este valor de r indica que la epidemia camina hacia una situación incontrolada con un tiempo de duplicación de casos de 11 días. El ritmo de crecimiento es la mitad del que se produjo al principio de la pandemia, pero, a medio plazo los contagios acaban también disparándose. La curva nos decía que, si no se atajaban los rebrotes, a final de agosto pasaríamos a 5.000 contagios diarios y, unos 100.000 casos acumulados durante el mes. Si a finales de agosto no cambiaban las circunstancias, a final de septiembre se podría llegar a unos 20.000 casos diarios y unos 300.000 casos acumulados durante ese mes. Los mismos que desde el inicio de la pandemia hasta el estado de alarma. El modelo también dice que el número de hospitalizaciones e ingresos en UCI crecen de forma exponencial, duplicándose cada dos semanas. En cuanto a los fallecidos, la tasa ha pasado de un 10% durante el confinamiento al 0,5% actual. Sin embargo, este dato es, con matices, engañoso, ya que ahora se están detectando muchos más casos que al principio. Casos que, en su mayoría, son asintomáticos o con síntomas leves. Pacientes que antes pasaban inadvertidos. Ahora bien, lo importante es que el modelo indica que, si no se corrige la tendencia, a finales de septiembre podría volver, en algunas comunidades, a saturarse la capacidad hospitalaria y alcanzar los 100 fallecidos diarios en España. Los datos que van dando las administraciones coinciden con las predicciones del modelo e indican que no se ha corregido la tendencia. Esto significa que algunos hospitales comenzarán a saturarse en los próximos días (por ejemplo en Madrid) y, en toda España a finales de octubre.
Antes del confinamiento el comportamiento del Gobierno ha sido, como mínimo, insensato. Un ejemplo de las predicciones, que estaban en sus manos, aparecen en la segunda curva. En ella vemos que si el confinamiento se empezaba el 14 de marzo, se llegaba al 30 de abril con unos 300.000 casos. Pero si el confinamiento se hacía 7 días antes solo se hubieran producido unos 100.000 contagios. Y si el confinamiento se hubiera hecho 4 días antes, el 3 de marzo, solo se hubieran contagiado 40.000. Es decir, en números redondos, una sexta parte de enfermos y muertos. Por tanto una sexta parte de hospitalizaciones. Y algo importante para el tema económico, el tiempo de confinamiento se hubiera reducido entre una cuarta y una sexta parte.
El comportamiento post-confinamiento del Gobierno confirma que sus actuaciones no están siendo, como mínimo, limpias
Sabiendo que el gobierno disponía de estas y muchas más predicciones, el análisis de sus actuaciones y comunicados sugieren tres interpretaciones. La primera es que no tienen capacidad para entender los estudios. Otra, los pagan pero los ignoran. Una tercera: los utilizan para ver, como ocurre con el CIS, que datos se deben falsear, para, manejados por el publicista, elaborar los mensajes que hay que lanzar. Sin embargo hay un hecho incontestable que genera un gran dolor entre los ciudadanos: los datos reales y predictivos existieron y nos indican que se podía haber reducido, notablemente, el número de enfermos y muertos. Desgraciadamente, el comportamiento del Gobierno post-confinamiento confirma que sus actuaciones durante la pandemia no están siendo, como mínimo, limpias. Para tapar lo ocurrido recurren, con machacona insistencia, a culpabilizar a las Comunidades Autónomas, sobre todo a las gobernadas por los partidos de la oposición. En este sentido, destacan los ataques permanentes a la Comunidad de Madrid. ¿No creen que ha llegado, ya, el momento de que el Gobierno, sentado con todos, coordine actuaciones conjuntas y solidarias en la búsqueda de soluciones al terrible problema, sanitario y económico, que ha generado la pandemia? Hasta hoy el Gobierno no lo ha intentado honestamente.
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