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El Departamento de Salud «está revisando» el proyecto del gran centro logístico de Osakidetza previsto en Iurreta, en la antigua sede de EITB. Así lo ha indicado este martes el consejero de Salud Alberto Martínez, quien ha reconocido que esta iniciativa puesta en marcha durante ... la etapa de la anterior consejera genera «dudas» a los actuales mandatarios de la sanidad vasca.
La puesta en marcha de este proyecto, una de las medidas estrella anunciadas durante la última etapa de Sagardui, fue recurrida ante los tribunales por varios sindicatos. Las centrales temen que pueda suponer la pérdida de parte de los 200 puestos de trabajo repartidos en los 24 almacenes con los que cuenta Osakidetza. A su vez critican que este paso supone una «privatización» de esta labor, que pasaría a ser realizada por una empresa externa. Desde entonces se han sucedido numerosas concentraciones por parte de los operarios de estas instalaciones en contra de la iniciativa.
El pasado otoño, Salud notificó que dejaba en suspenso este proyecto a la espera de tomar una decisión definitiva sobre el mismo y que se resolviese el proceso judicial. La iniciativa está dotada con un presupuesto de 129 millones de euros para financiar, tanto la construcción de la instalación en la parcela donde se levanta la antigua sede de EITB, como la gestión de este servicio durante un plazo de ocho años desde su puesta en funcionamiento.
Ahora el consejero ha ido un paso más allá al reconocer que Salud está revisando esta iniciativa por las dudas que les genera. Aunque ha querido ser cauto a la hora de pronunciarse sobre una cuestión, que va a ser abordada próximamente en el seno de la Comisión de Salud con los representantes de los diferentes partidos con representación en el Parlamento vasco. Allí se conocerá posiblemente si queda aparcado definitivamente el gran centro logístico de Iurreta o si se apuesta por otra línea de trabajo para mejorar la gestión y coordinación de los almacenes, así como la centralización de las compras para que Osakidetza logre unos mejores precios.
No hay que pasar por alto que cada año Osakidetza dedica 500 millones de euros a compras. El 53% se efectúan de forma centralizada, mientras que el resto las llevan a cabo las distintas Organizaciones Sanitarias Integradas (OSI). Cerca de 2.000 distribuidores abastecen a los diferentes centros del ente sanitario. Cada organización cuenta, además, con uno o varios depósitos en sus comarcas, los cuales no están comunicados ni coordinados con los de otras zonas.
«Esta situación genera que cada OSI almacene su propio stock, y por lo tanto que se tenga una mayor incidencia de caducidades, un exceso de inventario con su respectivo coste económico y que se ocupe espacio innecesariamente en zonas que podrían dedicarse a uso sanitario», se detallaba en los pliegos del contrato que ahora se encuentra suspendido.
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