Osakidetza invierte 53 millones en renovar 40 equipos de alta tecnología

Los dispositivos han sido distribuidos en diez hospitales y tres centros de salud de Osakidetza. La finalidad de su renovación es que esta tenga «reflejo en el incremento de la supervivencia y la calidad de vida de la ciudadanía, especialmente en aquellos pacientes con enfermedades crónicas, oncológicas, neurológicas y raras», detalla el Departamento de Salud en un comunicado.

Ocho han sido los diferentes tipos de equipos que ha adquirido Osakidetza. Dos se dedican al tratamiento de las enfermedades. Es el caso de los nuevos aceleradores lineales instalados en los hospitales de Basurto, Donostia y Txagorritxu. Estos dispositivos emplean rayos X o electrones de alta energía para adaptarlos a la forma del tumor del paciente y destruir las células cancerígenas sin dañar el tejido sano que lo rodea.

El otro dispositivo con fines terapéuticos incorporado es una unidad de braquiterapia digital que se ha instalado en Cruces y que permite colocar isótopos radioactivos dentro o cerca de la zona que requiere tratamiento.

A nivel de exploración y diagnóstico se han incorporado varios angiógrafos neurorradiológicos en las salas de hemodinámica de varios hospitales para la realización de radiografías computerizadas que permiten reconstruir en 3D imágenes de las venas y arterias del cerebro, cuello, cara o médula espinal como apoyo a las intervenciones de cirugía vascular y neurocirugía.

Más comunes son los 16 tomógrafos axiales computerizados (TAC) o las cinco resonancias magnéticas que se han renovado.

Más específicos son, por su parte, los TAC de planificación, empleados para obtener más datos sobre los tumores de los pacientes y poder conocer la eficacia de los tratamientos, o los tomógrafos por emisión de positrones y las gammacámaras. Estos dos últimos dispositivos emplean materiales radioactivos y radiofármacos para evaluar las funciones de los tejidos y órganos con el fin de detectar manifestaciones tempranas de diferentes enfermedades.

La adquisición de estos equipos ha sido posible gracias a dos vías de financiación. Por un lado la propia Osakidetza ha aportado 23 millones de euros de su presupuesto. Por otro lado, los 30,5 millones restantes corresponden a fondos europeos previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia que fueron canalizados por el Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas, en este caso a Euskadi, a través del Plan INVEAT.

Según detalló el Gobierno central en 2022, tras aprobar la dotación de este plan en el Consejo de Ministros, el objetivo de la inversión ha sido reducir la «obsolescencia del parque tecnológico de equipos de alta tecnología del Sistema Nacional de Salud, garantizando la renovación del 100% de los dispositivos que tienen 12 o más años, y adicionalmente, de los aceleradores lineales y unidades de tomografía computarizada de 10 y 11 años, en línea con las recomendaciones de las sociedades científicas».

Además, con la compra de estos dispositivos «se eleva como mínimo un 15% la tasa media de densidad de equipos de alta tecnología por 100.000 habitantes». La dotación del INVEAT para todo el territorio nacional ha sido de 795 millones de euros a repartir entre las comunidades autónomas.