Las mujeres con problemas de salud mental sufren trato desigual en Urgencias
Se les pautan más antidepresivos que a los hombres y se les hacen menos pruebas complementarias, según una investigación becada por Emakunde
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace tiempo que ha alertado de que el género influye en la enfermedad mental. Es decir, que ser ... mujer incrementa las posibilidades de sufrir cuadros graves de depresión o crisis de ansiedad y no por cuestiones meramente biológicas. Los determinantes socioeconómicos son clave, alertó ayer en Vitoria Izaskun Landaida, directora de Emakunde, el instituto que ha becado el trabajo de dos especialistas que han analizado «desde una perspectiva de género» la asistencia recibida en las Urgencias de psiquiatría y salud mental de Cruces. En sus conclusiones, extrapolables al resto de hospitales públicos vascos, alertan del trato desigual que reciben las pacientes frente a los hombres ante los mismos síntomas. Marga Sáenz y María Recio han constatado que a ellas se les pautan más antidepresivos, se les practican menos pruebas diagnósticas y, lo que es más delicado, los trastornos derivados del abuso de sustancias en las vascas «están infradiagnosticados e infratratados».
Las investigadoras, doctora en Medicina por la Complutense y Neuropsicóloga, han escrutado los informes de tres años y la información que proporcionan en el estudio de 210 paginas presentado ayer y en el que participan también Ana Santorcuato, Amaia Bacigalupe y Rafael Segarra es sumamente descriptiva. «Los casos de trastorno por uso de sustancias tienen un perfil marcadamente masculino, mientras que en los trastornos mentales comunes y de personalidad los perfiles son mayoritariamente femeninos», señalan ens us conclusiones. La mitad de todas las urgencias se deben a este segundo tipo de problemas y en casi siete de cada diez casos la paciente es mujer. ¿Y qué ocurre? Que mientras ellos tienen más posibilidades de que se les haga algún tipo de analítica o prueba de imagen complementaria a ellas se las despacha más fácilmente con ansiolíticos.
Ahí ya hay una desigualdad de trato, pero las investigadores han advertido otra más preocupante. Las mujeres también sufren trastornos por uso de sustancias psicotrópicas pero «están infradiagnosticados e infratratados». Y un problema de esta índole las coloca «en situaciones de mayor riesgo para la violencia y agresiones sexuales», avisan las investigadoras. Hay más hombres que mujeres en programas de rehabilitación y una de las razones, agregan, es que muchas veces el paciente tiene que estar aislado «y esto es difícil en el caso de las mujeres sobre todo si tienen menores a su cargo o se encargan del cuidado de otros miembros de la familia».
«Llama la atención que en este grupo se les prescriben un 80% más de fármacos antidepresivos que a los hombres lo que puede hacer pensar que se les trate como a pacientes con 'depresión' y no con problemas de adicción». Y preguntas similares se hacen en el caso de los trastornos de la personalidad, donde hay también diferencias en el trato.
Las investigadores creen necesario crear espacios de reflexión dentro del ámbito clínico que ayuden a reorientar y resignificar la demanda de atención en estas urgencias y fomentar estrategias de promoción de la saldud con perspectivas de género.
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